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martes, 7 de marzo de 2017

Carta abierta a los Servidores de Función Pública


Querido equipo de Función Pública:

Quiero enviarles a todos un caluroso saludo lleno del más profundo agradecimiento y un sincero sentimiento de aprecio. Les escribo por varias razones, la primera, despedirme pues he decidido retornar a mis actividades privadas, asumir de nuevo las labores académicas y el trabajo con los multilaterales. Cuando acepté las riendas de la Subdirección de Función Pública, la entidad me necesitaba, ahora quien necesita de mi apoyo es la empresa que ayudé a construir hace años y a la que también quiero con el corazón. 

Ha sido más que un placer trabajar con todos ustedes y aportar en la materialización de los retos que se ha trazado esta bonita organización. Cuentan con mi absoluta gratitud por los ingentes esfuerzos que han hecho para construir un mejor país, es mucho lo que Función Pública ha aportado en materia de política pública. Con algunos tuve la oportunidad de interactuar más que con otros, sin embargo, de cada uno me llevo gratos recuerdos asociados a sonrisas sinceras y muestras genuinas de aprecio.

La segunda, pedirles algo:

No se olviden que de acuerdo con el DANE aproximadamente un tercio de la población colombiana (27.8%) no gana lo suficiente para poder comprar una canasta mínima (menos de 223.638 mensuales). No pierdan de vista que de acuerdo con el Banco Mundial, Colombia es el séptimo país más desigual del mundo. Por otro lado, asegúrense de recordar que somos el octavo país con más asesinatos por cien mil habitantes de todos los que se incluyen en la medición de la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito.  Si recuerdan estos datos, tendrán presente que no obstante muchos de nosotros vivamos en una burbuja de aparente bienestar, la mayoría de colombianos no tienen la posibilidad de tener la vida que se merecen.

Desde muy joven me conmovió este particular y me ha motivado durante años a hacer todo lo que puedo para cambiar la situación de millones de colombianos: llegar a la oficina antes de las 6 am y salir cuando se ha ido el sol, trabajar con multilaterales y gobierno, olvidarme de invertir en negocios de alta rentabilidad, para fundar una organización que se dedica a solucionar problemas reales que afectan nuestra sociedad, explicarle a mis estudiantes en las noches y los fines de semana, mecanismos que permiten que la intervención pública y privada cambie el bienestar de las personas y más recientemente, venir a trabajar en Función Pública.

En el caso de ustedes, que seguirán formando parte de esta maravillosa entidad transformadora, tengan presente que su labor y la manera en la que entienden lo público puede hacer toda la diferencia:

  1. Hagan honor a la disciplina, la seriedad, el profesionalismo y el trabajo arduo.
  2. Sean disruptivos, entiendan que la situación actual no es producto del azar, es el resultado de las reglas de juego (instituciones) que nuestra sociedad ha configurado durante años de decisiones y que como cualquier convención, pueden cambiarse cuando lo deseemos.
  3. Lean todo lo que se les atraviese y estudien todo lo que puedan para encontrar soluciones reales a los problemas actuales de lo público.
  4. Manténganse a la vanguardia del conocimiento, entiendan nuevos modelos e impleméntelos.
  5. Piensen diferente, conspiren para cambiar el mundo y persuadan hasta el cansancio  a todos aquellos que pretenden mantener el statu quo.
  6. Cultiven la verdadera inteligencia, procuren entender fenómenos, dilucidar problemas e identificar soluciones estructurales. Sálganse de las dinámicas arcaicas que asocian la brillantez al hecho de recordar líneas de textos, normas o cifras escritas en alguna parte.
  7. Trabajen arduamente por cambiar lo que no funciona y transformen las dinámicas rígidas y conformistas que sostienen tercamente que las cosas no pueden ser diferentes.
  8. Obsesiónense con diseñar organizaciones ágiles, vanguardistas, productivas, que cambien por completo el panorama de lo público y tengan la capacidad para darle la vuelta a los indicadores que mencioné unos párrafos atrás.
  9. No se preocupen por publicitar lo que hacen para mostrar resultados, sabrán que lo están logrando el día que para el ciudadano sea evidente el buen funcionamiento de las organizaciones sobre las cuales Función Pública tiene incidencia.
  10. Cuiden como un tesoro todo lo público, recuerden que nuestras entidades existen gracias al aporte de millones de colombianos que para financiarnos debieron renunciar a una parte de sus ingresos, los cuales podrían haber utilizado para irse de vacaciones, cambiar de carro, comprar una nueva casa, pagar una mejor educación para sus hijos etc. 

Y lo más importante, asegúrense de ser los mejores servidores del mundo y promover que todos los que trabajan en lo público tengan una actitud similar a la de ustedes. No olviden jamás el deber de garantizar la felicidad de 47 millones de colombianos.

Cordialmente, 

Armando Ardila Delgado 
Subdirector

miércoles, 28 de septiembre de 2016

PRODUCTIVIDAD PÚBLICA: LA CLAVE PARA UNA VERDADERA PAZ ESTABLE Y DURADERA

Por: Armando Ardila
@ArmandoArdilaD


En estos días todo el país está concentrado en informarse acerca del contenido de los acuerdos de La Habana y decidir si refrendar o no el compromiso establecido entre las FARC y el Gobierno. Se trata sin duda de una decisión importante que requiere de toda nuestra atención y compromiso, sin embargo, no hay que perder de vista que si queremos la materialización de una paz estable y duradera, es necesario rediseñar toda la institucionalidad que durante años ha formado parte de un entorno de conflicto y emprender cuanto antes acciones decididas que garanticen resultados.

 Todo empieza por que nuestro país reconozca las dificultades que tiene el actual diseño institucional para garantizar el bienestar de toda la población colombiana y que asuma su responsabilidad en la implementación de un modelo de estas características generador y perpetuador de los determinantes del conflicto.

 En primera instancia, teniendo en cuenta que la manera en la que el Estado proporciona bienestar, es a través de la oferta de bienes, servicios y la definición de las reglas de juego en el marco de las cuales los privados desarrollan sus actividades y que dicha oferta se materializa a través de entidades públicas; es necesario pensar en una forma diferente de entender la manera en la que se diseñan las organizaciones al interior de lo público. En la actualidad, nuestras entidades se estructuran pensando más en la conveniencia política y jurídica, que en la pertinencia desde la perspectiva de la ingeniería. En línea con lo dicho, vale la pena preguntarnos si estamos creando las estructuras organizacionales apropiadas, entre 2002 y 2010 se modificaron 431 entidades y se suprimieron otras 49. Posteriormente, la reforma administrativa llevada a cabo por el gobierno actual modificó varias de las entidades previamente reestructuradas, incluyendo la separación de ministerios que ya habían sido fusionados.

 En general el enfoque de productividad pública se ha concentrado históricamente en generar esquemas de compensación e incentivos para que el talento humano incremente su producción, perdiendo de vista que la manera en la que está diseñada la organización es tal vez el principal determinante de la productividad individual. La misma persona puede tener resultados notables en una organización diseñada para “facilitar” su trabajo, mientras que reportará logros mediocres en una organización con procesos complejos y mal diseñados que parecen estar construidos para frenar su accionar.

 Desde este punto de vista, es necesario evolucionar hacia un paradigma institucional público que priorice la productividad por sobre todas las cosas, que se concentre en diseñar organizaciones cuyo marco estratégico, diseño de negocio, procesos, cultura, arquitectura tecnológica etc, esté focalizada en entregarle a los ciudadanos una cantidad mayor de bienes y servicios, haciendo uso de menos recursos, en el marco de un estándar de calidad creciente.

 Además, será imprescindible hacer cambios importantes en la estructura sistémica al interior de la cual se insertan estas nuevas y mejor diseñadas organizaciones. El país debe emprender cuanto antes el mejoramiento de institucionalidades transversales a todas sus entidades, como el empleo público y las compras públicas. Hay que reconocer que el actual modelo de gestión de talento humano público tiene serios problemas de diseño, rigideces e innecesarias complejidades, que impiden que las organizaciones puedan potenciar la productividad de sus empleados. En diciembre de 2015 la rama ejecutiva tenía 31.203 cargos pendientes por proveer a través de concursos, no obstante el costo promedio de provision de uno de estos cargos es de 8 millones de pesos, mientras que la duración estimada de todo el proceso es de aproximadamente un año. De otra parte, aunque Colombia Compra Eficiente ha logrado avances sustanciales en la manera en la que se provisionan los insumos al interior de las organizaciones, aún queda un largo camino por recorrer. Un aspecto crucial, para aumentar la tasa de producción de bienes y servicios públicos, así como su impacto, es garantizar una provisión de insumos óptima y oportuna en el marco de altos estándares de calidad. Desafortunadamente, la complejidad de los procesos actuales de compra impiden por completo la implementación de esquemas just in time.

 El mejoramiento en estos dos casos no pasa por hacer ajustes menores de lo que tenemos hoy día, sino que supone una ruptura radical en los modelos. En lo que tiene que ver con el empleo público, es necesario ajustar toda su lógica a las actuales tendencias globales de gestión de talento humano, en este sentido, esquemas flexibles, people analytics, felicidad laboral etc., son aspectos que deben ser involucrados en un modelo mejorado que le garantice a las organizaciones la provisión ágil y sobre todo pertinente de este invaluable recurso. En lo que tiene que ver con las compras públicas, la reducción drástica de los costos de transacción internos y externos para las organizaciones debería ser un aspecto prioritario, así como los ajustes en la anualidad del gasto, que permitan hacer compras ágiles más pertinentes para las necesidades de las organizaciones y por supuesto de los ciudadanos.

 A manera de conclusión, vale la pena reiterar que la paz se construye diseñando organizaciones públicas capaces de llegar a toda nuestra población, con bienes y servicios de alta calidad, desarrollados de manera productiva y que para lograrlo, es necesario que nuestro Estado haga ajustes sistémicos en toda su estructura, aplicando todo el set de herramientas que pueden ofrecernos los más recientes y sofisticados avances en la ingeniería de organizaciones.


miércoles, 26 de junio de 2013

La Evaluación Económica y Social: una herramienta poderosa a la hora de determinar la viabilidad de las intervenciones públicas y privadas.

Fuente: Mundoprimaria


Publicado en 
http://www.portafolio.co/opinion/la-evaluacion-economica-y-social-un-proyecto

Cada semestre tengo la oportunidad de interactuar con un grupo diferente de estudiantes inscritos en el programa de postgrado sobre Evaluación y Desarrollo de Proyectos de la Universidad del Rosario. En general me siento complacido por conocer estos grupos de personas maravillosas, inquietas por aprender habilidades que potencian las capacidades que ha adquirido durante años de experiencia relacionada y específica en sus trabajos. Sin embargo, para ser honesto, la percepción inicial que tengo de ellos no es la más positiva. En general no parecen sentirse muy satisfechos por estar en mi asignatura, en parte porque desconocen por completo la naturaleza del tema que discutiremos durante nuestra fugaz relación y en parte porque llegan a mi clase obligados por los prerrequisitos de su pensum. Adicionalmente entre la comunidad académica parece haberse extendido el mito de que quien escribe es un profesor digamos…incomodo por su carácter exigente e inflexible.  Lo interesante de este vínculo que parece comprometido al principio, es que a medida que de desarrolla se fortalece hasta el punto que termina siendo apreciado. Aquellos estudiantes que en la primera clase expresaban un nivel importante de desconfianza hacia nuestra materia, terminan queriéndola profundamente  y convirtiéndola en una prioridad dentro de los procesos de evaluación que adelantan para diferentes instituciones y empresas…Con respecto a la percepción que tienen del profesor…bueno… ¡prefiero no hacer conjeturas!.

Este patrón de conducta se repite indefectiblemente semestre a semestre como un síntoma de lo desconocida y poco utilizada en el desarrollo cotidiano, que es una herramienta con amplias potencialidades como la Evaluación Económica y Social de las Intervenciones Públicas y Privadas (EE&S).

Ahora bien, ¿cuáles son las causas de la escaza popularidad de la EE&S?. En la actualidad, durante el proceso de evaluar ex ante los proyectos públicos y privados confiamos de manera ciega en la evaluación financiera debido a que los percibimos como estructuras aisladas del marco social. En general se piensa que lo relevante a la hora de definir si un proyecto es viable o no es la inversión requerida, el flujo de caja y en general todos los indicadores que determinaban tasas de recuperación, equilibrios etc. Sin embargo los últimos avances en la teoría de proyectos determinan que la cadena de valor de las intervenciones públicas y privadas no finaliza en la entrega sus bienes y servicios[1], establecen que toda intervención tiene un impacto social. En esencia cualquier proyecto tiene incidencia directa o indirecta sobre el bienestar de la población a través de la variación en el consumo de bienes y servicios privados o meritorios. Estos cambios en el bienestar social no son capturados por la evaluación financiera, por lo que algunos afirman que esta herramienta prioriza el interés del inversor por sobre el interés social. Por otro lado hay muchos beneficios y costos de las intervenciones que no pueden ser capturadas debido a que se desconoce como cuantificarlos. Por ejemplo un sistema de transporte masivo puede generar beneficios relacionados con el mejoramiento de la productividad de una ciudad, aumento en el precio del suelo de los predios aledaños o mejoras en la calidad del aire[2]. La EE&S define protocolos que permiten cuantificar estas variables e incluirlas en los flujos de evaluación de los proyectos[3]. En este sentido intervenciones que serían viables desde el punto de vista financiero podrían no serlo desde el punto de vista económico y social y  proyectos que no resultarían viables desde el punto de vista financiero podrían serlo desde una perspectiva económica y social. Esta condición convierte a la evaluación financiera y la EE&S en dos herramientas perfectamente complementarias que deberían ser consideradas en cualquier ejercicio serio de viabilizarían de intervenciones tanto públicas como privadas.

En la actualidad se están haciendo esfuerzos serios en América Latina por garantizar la utilización extensiva de la EE&S en el sector público. Países como Colombia y Costa Rica[4] trabajan en el cálculo de razones precios cuenta[5]. En ambos casos la inversión pública es administrada a través del mecanismo de banco de proyectos y se desea convertir la EE&S en una herramienta estándar dentro del proceso de evaluación ex ante. Si estas iniciativas prosperan seguramente tendremos mejoras sustanciales en los procesos de focalización de las inversiones públicas…y quién sabe…a lo mejor en el largo plazo ¡mejoren mis relaciones con los nuevos estudiantes!




[1] Para conocer una presentación extensiva sobre la teoría del cambio de las intervenciones públicas remítase a Morra, L; Rist, R. (2009). The road to results: Designing and Conducting Effective development Evaluations. USA, Washington: World Bank
[2] Para conocer un caso aplicado de evaluación económica y social remítase a Echeverry, J.C., Ibáñez, A.M. Moya (2005) “The Economics of TransMilenio, A Mass Transport System for Bogotá.” Economía, Spring 2005. Washington, DC, The Brookings Institution.
[3] Para consultar información adicional sobre la EE&S remítase a Castro, R; Mokate, Karen (2003). Evaluación económica y social de proyectos de inversión. Bogotá: Alfaomega, editores.
[4] En el caso de Colombia, de acuerdo con datos suministrados por el Departamento Nacional de Planeación, el cálculo se suscribe a una actualización de las tablas de razones precios cuenta vigentes. En el caso de Costa Rica, según MIDEPLAN, se trata del primer ejercicio de estimación de las razones precio cuenta.
[5] Para conocer un poco más acerca de las metodologías de EE&S remítase a Fontaine, R Ernesto. Evaluación social de proyectos. 12ª edición, Alfaomega 2002.