Durante años, las iniciativas relacionadas con emprendimiento, se han concentrado, desde la perspectiva de los negocios nuevos, en aumentar la velocidad de creación de una empresa, en dar incentivos temporales para acelerar su incubación, en desarrollar la generación de ideas, la innovación etc. Por otra parte, convencidos de que nuestras micro, pequeñas y medianas empresas tienen recursos y capacidades limitados, nos hemos dedicado a generar programas que intentan fortalecer tales dimensiones.
No obstante lo mencionado, paralelamente, hemos creado un ecosistema tributario que expropia los márgenes de estos emprendimientos, que depreda los negocios pequeños o los condena al subdesarrollo, pues les quita la posibilidad de generar verdadera riqueza que se convierta en el combustible para crecer, desarrollar los recursos, las capacidades y generar ventaja competitiva.
Estamos obsesionados con la formalidad, perdiendo de vista que para un emprendedor no es negocio ser formal. La realidad, es que la única manera de generar riqueza en ciertas industrias es manteniéndose escondido de tal ecosistema depredador.
Pero ahí no para todo, tal expropiación la hemos extendido a las personas naturales quitándoles la posibilidad de generar riqueza que les permita invertir en nuevos emprendimientos. Parece que el único camino posible, es ser empleado e invertir los pocos recursos ahorrados en apartamentos, taxis, tiendas, restaurantes o alguna suerte de negocio incipiente.
Para una micro, pequeña o mediana empresa, crecer significa evolucionar de manera orgánica, autónoma, sin depender de mecanismos artificiales como incubadoras y respiradores representados en programas de apoyo o alguna otra suerte de artificialidad.
Perdemos de vista que para evolucionar, es necesario tener acceso a tecnologías novedosas que están disponibles en el mercado, a contratar talento humano costoso que traiga nuevas ideas y consultores externos caros que nos ayuden a solucionar problemas estructurales, también implica poder invertir en investigación y desarrollo para encontrar mecanismos que nos permitan separarnos de nuestros competidores. Sin embargo, en aras de asegurar todo lo anterior, la empresa debe generar margen y riqueza suficientes para remunerar correctamente a sus dueños y además, generar excedentes que le permitan adquirir todo lo mencionado.
Nadie desarrolla un negocio de forma contundente, con márgenes que inicialmente parecen ser gigantescos, pero que luego de descontar los importes que alimentan al ecosistema depredador, terminan siendo famélicos y no alcanzan ni siquiera para ofrecer una vida decorosa a quien emprende.
Sin duda, en materia de políticas de emprendimiento, no vamos por el camino correcto, buena parte de los recursos se focalizan en generar mecanismos artificiales que contrarresten un monstruo creado por nosotros mismos. El resto, se emplea para fomentar comportamientos que son naturales en el ser humano como el emprendimiento y la innovación, pero que en el marco de un ecosistema tan hostil, se reprimen y languidecen.
Es necesario generar un cambio de rumbo que modifique el ecosistema, que comprenda que no podemos seguir pretendiendo castigar a las micro, pequeñas y medianas empresas con impuestos mal estudiados y poco técnicos, sin tener consecuencias. Que tales medidas lo que consiguen, en resumidas cuentas, es profundizar la desigualdad: nuestros impuestos, además de ser terriblemente distorsionadores, castigan de forma implacable los capitales pequeños mientras resultan ser inofensivos para los más grandes.
En definitiva, lo que necesitan los emprendedores, más que estímulos o incentivos, es la generación de un entorno en el que emprender, generar riqueza, crecer y evolucionar, sea un proceso completamente natural.
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ResponderEliminarJustamente, un ecosistema en el que no necesite intervención del estado y no se generen fallas de mercado por los numerosos programas a los que solo acceden unos cuantos, es lo que se necesita.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Nos concentramos en buscar la medicina al síntoma, pero no entendemos la enfermedad como un todo.
El asunto va por ahí en efecto, es más diría que la competencia 'de entornos en los que emprender' va definiendo la suerte de una industria, un territorio, una nación ... Ahora bien, en verdad no creo que los 'entornos' favorables al emprendimiento surjan de la intervención estatal, mucho menos en el mundo de hoy en el cual el Estado ya perdió su monopolio sobre el circulante, tras haber renunciado de facto al otro de financiarse con el esforzado cobro de los impuestos a la renta-riqueza creada por las grandes empresas ... Ahí vamos
ResponderEliminarLa creación de ecosistemas desde una perspectiva de estructura de Estado obedece a la necesidad de mantener un control sobre sus medios de producción, ello por ende conlleva la creación de cargas impositivas que no necesariamente comulgan con sus modelos de desarrollo.
ResponderEliminarEs así entonces como basados en esta importante disertación es que nos lleva a preguntarnos si una de las apuestas para el desarrollo es la innovación y el emprendimiento, debería más allá de haber incentivos, incorporar un tratamiento diferencial tributario a los pequeños emprendedores, de tal suerte que cuando su punto de equilibrio llegué a ciertos niveles su carga se compense a favor del Estado.
Ser emprendedor es de por sí un reto y sí como política pública se incentiva este, es porque debe ser en un proceso integral que contenga aspectos de orden legal y tributarios diferenciados, para verlo así como una opción de proyecto de vida para quienes vemos en la innovación la verdadera disrupción entre la manera como se crea una empresa hoy día y lo que pueda representar para el futuro de una sociedad.
Apreciado Armando. Abrirse paso en el emprendimiento cada vez se torna más difícil en un mundo competitivo sin apoyo del estado. Creo que no hay políticas públicas al respecto sino politiqueria barata que parte del mismo pueblo esclavo de los dirigentes incapaces. La mejor estrategia es privilegiar la educación desde los educados. Las pequeñas empresas deben apuntar hacia la investigación que nos genere patentes para crear bienes de consumo y generar empleo. De otra parte la generación de servicios es otra estrategia que desde los hogares se pueden realizar. Ahora bien si el gobierno es incapaz de hacerlo nos toca hacerlo nosotros mismos usando para ello una educación integral. Saludos amigo.
ResponderEliminarArmando concuerdo en que los emprendimientos deben tener una evolución más organica y natural. En vez de obtener incentivos a corto plazo, que tengan a mano herramientas para su crecimiento constante y continuo a largo plazo. Es muy interesante lo que señalas de que para un emprendedor es casi que necesario esconderse de los entes depredadores en materia tributaria para lograr ser exitosos, y me gustaría entrar más a detalle en esa discusión.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. No puede ser que querer crear un negocio sea TAN difícil. En mi caso, estoy en el intento de crear una marca propia, pero solo el registro/ inscripción de la marca es una suma significante de dinero, lo cual hace que a pesar de querer hacerlo, se vuelva mas complicado; y aunque sea el orden justo de las cosas, debería ser un poco mas accesible para poder crear mad incentivos para los emprendedores de este país.
ResponderEliminarEl emprendimiento en Colombia es un tema complejo que debe ser abordado de forma consciente y profunda, lo que dices acerca del sistema depredador me parece correcto, sin embargo y como un aporte quisiera decir que faltan por mencionar varias dimensiones y entre ellas la que más importante a mi parecer es la evaluación real de nuestras potencialidades como país, a veces se miran estos temas de forma más romántica que real, nuestro país debería encausar su desarrollo en sectores en los que realmente podamos ser competitivos, cuales son, No lo sé, creo que algunos sectores primarios como los cultivos permanentes, la implementación de puertos de gran calado para servir de puente entre América del sur y norte y centro América, la tecnología como eje funcional de nuestra competitividad, las fórmulas son variadas y deben impulsarse desde el estado, creando un medio ambiente propicio y no generando incentivos temporales.
ResponderEliminarEl emprendimiento es un proceso muy dificil en colombia y como lo dice el artículo aca este no es muy bien apoyado, no solo por las malas estrategias que usa el gobierno sino por el poco apoyo de la misma comunidad. Creo que los negocios pequeños que inician tienen problemas asociados a como la comunidad los recibe muy asociados a la incomodidad de asociar un negocio nevo o emrpendimiento con mejorias en su sociedad, no solo por ver la instalació o lugar física, si no por ver su página web o negocio virtual. La cultura es la principal herramienta que fortalecer para los nuevos negocios. Comprar en un emprendimiento es mas barato? nos conviene más que comprar en el Exito o Jumbo? La sociedad debe saber tambien que los emprendimientos vale la pena apoayarlos por encima de los grandes contribuyentes. Allí empieza la cultura para mejorar los pequeños negocios.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. De hecho esta es la razón por la que 6 de cada 10 empresas en Colombia son informales. Porque no conviene hacer nuevas empresas y además porque la declaración de impuestos en este país es un tema demasiado burocrático en donde las Pymes, muchas veces, no tienen la información o el conocimiento completo de cómo realizarlo, y se terminan cobrando unas multas de mucho dinero que llevan a los emprendimientos a declararse en quiebra. Así es que el gobierno debería centrarse en adecuar un modelo de cobro de impuesto más amigable y sencillo, para que en vez de desangrar a las pocas empresas que optan por operar de manera formal, tengan al 100% de ellas formalizadas y pagando un porcentaje más justo sobre sus utilidades. Si se logra fomentar la creación de empresa, esto generará más empleo, habrá más desarrollo, crecimiento económico y ventajas competitivas.
ResponderEliminarLas cargas tributaras a los emprendimientos en Colombia generan una barrera para que estos logren ser viables a largo plazo, considero que los incentivos deberían estar enfocados a que las empresas que son creadas en Colombian puedan ser viables a largo plazo. Esto se traducirá en más empleo, formalidad y crecimiento económico.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, son mas las cosas que frenan al emprendedor para formalizarse y dar el salto de idea a empresa que las que motivan a la creación de estas. Es importante simplificar el ecosistema tributario para que más personas decidan emprender, crear empresa y así generar trabajo y riqueza para la sociedad y el país.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, pues para los emprendedores cada vez es más difícil desarrollar una idea y crecerla debido a lo complicado que es el ecosistema tributario. Los emprendimientos necesitan mas "libertad" donde tengan menos intervención del estado para así poder tener un proceso más natural y de esta manera puedan prosperar dentro del mercado.
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