lunes, 20 de julio de 2020

Pandemia por COVID-19: ¿están los mandatarios locales haciendo el trabajo para el que los contratamos?



El artículo 315 de nuestra constitución política asigna a los alcaldes la responsabilidad de “dirigir la acción administrativa del municipio; asegurar el cumplimiento de las funciones y la prestación de los servicios a su cargo”, por lo tanto, bien valdría la pena indagar un poco más para establecer en qué consisten tales funciones y servicios. Al respecto, la ley 136 de 1994 y la ley 1551 de 2012 definen, entre otras, dos funciones esenciales que le corresponden al municipio y que por ende son de completo resorte de los alcaldes: i. Solucionar las necesidades insatisfechas de salud, educación, saneamiento ambiental, agua potable, servicios públicos domiciliarios, vivienda recreación y deporte, ii. Promover el mejoramiento económico y social de los habitantes del respectivo municipio.

Así las cosas, es claro que los alcaldes tienen la ineludible responsabilidad de cuidar que todo salga bien para nosotros, en dos dimensiones esenciales de nuestra cotidianidad: la salud y el desarrollo económico. 

Dicho lo anterior, vale la pena aclarar que las decisiones que han venido tomando los alcaldes para enfrentar la pandemia, se han concentrado en restringir la libertad de las personas, fundamentalmente,  prohibir el desarrollo de nuestras actividades cotidianas, en dimensiones como movilidad, actividad socioeconómica etc; todo esto, con el objetivo de reducir la velocidad de contagio del COVID-19. La idea es procurar que la capacidad instalada con la que cuenta el país hoy día, en materia de servicios de salud, sea suficiente para atender la demanda generada por la pandemia. 

Ahora bien, la pregunta que habría que hacerse es si en el marco de tales decisiones los alcaldes están logrando los resultados para los cuales como sociedad los contratamos. Es claro, que las medidas de restricción de la libertad que vienen aplicando con tanta vehemencia destruyen la economía, por lo tanto, por esta vía no se está promoviendo el mejoramiento económico, al contrario, lo que se persigue es el indefectible deterioro económico de todos los hogares y habitantes de nuestros municipios. 

Por otro lado, en ningún caso parecen estar trabajando en mejorar los servicios de salud, por lo que sabemos en la gran mayoría de municipios, se tiene basicamente la misma precariedad de siempre. La pandemia sigue y seguirá avanzando sin importar qué tanto nos encerremos, claramente, el COVID-19 es algo de lo cual no nos podemos esconder, por lo tanto, conforme vaya creciendo el contagio, irá aumentando indefectiblemente la demanda por servicios de salud, haciendo cada vez más evidente su insuficiencia y baja calidad. En consecuencia, no se estará dando solución tampoco a nuestras necesidades insatisfechas en materia de salud, por el contrario, cada vez serán más los hogares y habitantes de los municipios con dificultades para acceder a tales servicios esenciales. 

Todo lo enunciado nos lleva a concluir, que gracias a las decisiones que los alcaldes han venido tomando, cada vez se irán comprometiendo en mayor medida dos derechos fundamentales de las personas: la libertad y la vida. En el marco de una oferta de servicios de salud débil como la actual, necesariamente la mortalidad asociada a la pandemia aumentará conforme el contagio se incremente, pero, además, cuando esto pase, mayores serán los incentivos para encerrar en sus casas a todas las personas. 

La dinámica que se está materializando en el país alrededor del COVID-19 nos recuerda aquel viejo chiste en el que alguien, para solucionar el problema de infidelidad de su cónyuge, tomaba la decisión de vender el sofá en el que los infieles de acostaban, asumiendo que con esta medida la infidelidad desaparecería, sin darse cuenta de que aplazaba la verdadera solución relacionada seguramente con cambiar de pareja.  Lo claro en nuestro caso, es que, de no modificar esta lógica de decisión local, al final de cuentas, las personas en los municipios terminarán pobres, enfermas, muertas y cautivas. 

No obstante, hemos perdido 5 meses valiosos de preparación, aún no es del todo tarde para modificar drásticamente la estrategia que venimos implementando. Los recursos financieros que tenemos son más que suficientes para materializar un resultado distinto al proyectado, que garantice la libertad de las personas, que preserve sus vidas y permita una total reactivación económica asegurando el acceso a servicios de salud de tal calidad, que todos podamos estar protegidos y tranquilos. 

En la actualidad tenemos una ventaja y es que podemos aprender de los errores del pasado. Hoy día sabemos, por ejemplo, que para mejorar los servicios de salud no basta con adelantar procesos contractuales para comprar ventiladores, tenemos conciencia de que lo que en realidad se requiere son unidades de salud adicionales totalmente funcionales, operando correctamente. Además, tenemos claro que la atención durante las etapas previas a la hospitalización es crucial y que debe operar como si fuera proporcionada por la más eficiente y eficaz empresa privada.  Pero más importante aun, sabemos que los alcaldes son personas que contratamos como sociedad para que desarrollen un trabajo muy particular y que tenemos la potestad de exigirles que lo lleven a cabo sin ninguna dilación ni excusa. 

23 comentarios:

  1. Tristemente, aquí se ha cultivado la insana costumbre de creer que ellos, los Alcaldes, son a razón de la comunidad un elemento intocable y nosotros simples gobernados, y eso nos lleva a desconocer las responsabilidades reales de ellos y nuestra obligación de exigur a ellos. Hay quienes dicen que economía no es igual a salud, en un sentido de dinámicas y efecto cadena, pero es un disparate. En ese sentido, concuerdo con lo expredado aquí, hay una lucha de egos, de unos y otros, de unos contra algunos, pero no una ruta de unión y desarrollo real de las comunidades. Aquí no hay responsables, sino sólo culpables y en esa discusión de quién es más culpable es que se van perdiendo los enfoques de las administraciones, rompiendo el esquema de armonía entre el desarrollo económico y social. Obvio no es fácil gobernar en este tiempo de crisis, pero lo que sí es fácil es trabajar en pro de algo (ese bien económico y social) y no intentar trabajar en pro de nada. Muy interesante el artículo.

    ResponderEliminar
  2. Muy buen aporte para mejorar la situación. Agregaría acerca de la atención en las etapas previas que nos quedamos en lo conocido hace 6 meses y que ya se ha avanzado en el tratamiento de los síntomas y se sabe como disminuir de forma importante los efectos del virus, se sabe como utilizar espacios concurridos con aforos y medidas por lo cual se podrían abrir negocios como restaurantes, bar es y teatros entre otros.

    ResponderEliminar
  3. También debemos tener en cuenta que esto es el resultado de una clase dirigente que no ve más allá de su círculo social, situaciones inesperadas como la actual crisis 2020 es una oportunidad para que todos los ciudadanos reflexionemos sobre la situación política y económica del país, tenemos una salud cojeando por salir de esta crisis, una economía cada día más debilitada, una educación de muy baja calidad, estamos a merced de una clase dirigente que maneja las riendas de este país a su antojo y los resultados los estamos viviendo, la salud es un negocio, la educación no es prioridad, las brechas económicas cada dia son mas grandes. Esta crisis es un oportunidad para trabajar en una verdadero cambio y este cambio está en
    manos de cada una de las personas que componen la sociedad.

    ResponderEliminar
  4. La actuación de los alcaldes, con toda la buena fe que se les presupone (votamos por ellos/ellas ¿no?), es imposible vaya más allá del ejercicio burocrático y del ejemplo de liderazgo: si este último cultiva el autoritarismo el otro poco a nada alivia el padecimiento ... y al fin de cuentas ¿Quién se acuerda de un alcalde y su obra unos meses después de terminar su periodo? R/Echamos de menos a los menos malos cuando los 'terribles' nos están asolando :)
    De cara a la crisis económica (que a todos nos desafia): 1) Compre todo lo que se pueda local 2) Ofrezca lo que allá afuera sea valioso (nuestra https://cryptofutbol.io/resellers-vendedores es un buen ejemplo) 3) Ayude (dé ánimo, déle una mano, pregúntele cómo ayudarle) al vecino 4) Haga negocios en moneda dura: BTC y ETH 5) Duérmase re-pensando en cuáles son sus talentos y capacidades 6) Despiértese actuando para hacer equipo con todo aquel que esté dispuesto 7) Invierta c/minuto de sus fuerzas como si fuera el último

    ResponderEliminar
  5. La estrategia que los municipios han estado aplicando para contener la pandemia, me recuerda a una historia de la colonia inglesa en la India. Los ingleses intentaron eliminar las cobras en la India pagando a los indios por cada cobra muerta, luego descubrieron que los propios indios las criaban para poder obtener mas ingresos. El que crea que esta pandemia se soluciona trayendo mas ventiladores o extendiendo el confinamiento, esta condenado a aplazar una inminente desgracia de la cual no se va a salvar.

    ResponderEliminar
  6. Al “elegir” y no “contratar” a los alcaldes recibimos de ellos lo que nos meremos, nos queda difícil exigirles un comportamiento más acorde con nuestros deseos.
    La normativa que define las funciones de estos funcionarios públicos tiene un nivel muy alto, como son leyes, por lo cual ni el presidente, ni los ministros pueden ir en contra de lo dispuesto por alcaldesas/alcaldes.
    Considero que los recursos financieros de que disponen estos funcionarios públicos no son suficientes para atender adecuadamente todas las funciones que les asignan las leyes, además de la inmensa corrupción que afecta a los funcionarios del gobierno, a los políticos, a los contratistas del gobierno, etc.
    Por eso vemos las condiciones pauperrimas en que vive la mayoría de nuestros conciudadanos. Nuestras poblaciones no tienen hospitales o estos han sido cerrados por los malos manejos a que son sometidos. Los servicios públicos y las obras públicas (como colegios y empresas de acueducto, construcción de vivienda) corren la misma suerte.
    Países mucho más ricos que Colombia no están pudiendo atender las necesidades en salud causadas por la pandemia, a la vez que siguen atendiendo adecuadamente su desarrollo económico.
    Por lo anterior me parece muy difícil modificar la “lógica de decisión local” a que te refieres.
    Aun si los recursos financieros a que te refieres fueran manejados por personas pulcras, son tantas las necesidades de la salud para administrar el creciente Covid-19 y tratar con las que exige una población que muestra un desempleo creciente y las empresas que están desapareciendo, que no es fácil cuantificar la cantidad de recursos que serían necesarios

    ResponderEliminar
  7. Estoy de acuerdo, los alcaldes han hecho poco por ahondar en el problema e ir a la raiz, se han dedicado básicamente a buscar medidas paliativas, pero no a solucionar el problema.
    En el caso de Bogotá, la alcaldesa se ha dedicado a calmar a la población diciendo que las UCI aún no han llegado a su tope y se dedico a esperar que llegara y ese día llego hoy, y vaya sorpresa, solución: tomó la misma medida de hace 4 meses, cuarentena general,siendo que, con esta medida ha logrado poco.
    En general, muy pobre la gestión de los Alcaldes, pero peor, por parte del gobierno, lo único que ha hecho es abandonar al ciudadano del común y proteger la banca.
    Porque Ecuador si pudo y Colombia no.. he ahí el detalle, la diferencia entre líderes (Ecuador) y politiqueros (Colombia).. ...

    ResponderEliminar
  8. Tanto el texto original, como los comentarios me dejan el sin sabor del circulo vicioso de la pobreza, la desigualdad y la corrupción que azotan a Colombia y del cual son responsables nuestros mal llamados "líderes políticos".
    Muchas veces he pensado que, si las y los ciudadanos elegimos a nuestros gobernantes, deberíamos, de la misma forma, poder prescindir de sus servicios cuando comienza a evidenciarse su incompetencia, pero, sin duda, la idea acaba pareciéndome entre utópica y ridícula. La razón es simple, entre los comportamientos azarosos, poco éticos y, dicho sea de paso, ilegales, que se cometen de forma sistemática e impune en las altas esferas políticas del país, seguramente entraríamos en un estado de caos, en el que sería peor la cura que la enfermedad.
    Tal vez lo que necesitamos es ciudadanos y ciudadanas más conscientes de su responsabilidad en la elección de nuestros mandatarios, mejor educados en el sentido más integral de la palabra y más autónomos, no solo para hacer respetar sus derechos sino para asumir sus responsabilidades dentro de las cuales está su autocuidado. Desde mi perspectiva, parte de la solución en esta pandemia, puede estar en el empoderamiento de cada persona frente a su salud y sus hábitos de cuidado y la otra en la capacidad del Estado y los gobernantes para garantizar un servicio de salud de calidad. Sin embargo, ninguna de las partes de esta ecuación responde como debería ser y de paso se vulneran derechos los fundamentales a la salud, al trabajo y a la educación (recordemos que niños, niñas y jóvenes tampoco la están pasando bien) .

    ResponderEliminar
  9. A pesar de las malas decisiones que se han tomado, soy consciente y admito de que nuestros gobernantes han hecho un buen trabajo, pero como lo mencionas hay que hacer un cambio de estrategia. Los 5 meses que hemos tenido de cuarentena ciertamente han cruciales para prepararnos como nación ante estas circunstancias y como lo hemos visto, no se ha logrado lo que se se había planeado para esto. El debate entre la libertad y la vida no es algo que debería darse en un principio, pues no podemos escoger entre la una y la otra y tanto el presidente como los alcaldes deberían ser conscientes de eso. Me gustó mucho lo que planteas Armando, quedo muy atenta a próximas publicaciones.

    ResponderEliminar
  10. Sin duda la presente disertación es muy acertada a la coyuntura actual no obstante resulta preponderante observar desde una perspectiva democrática que elegimos como sociedad a mandatarios locales para que ejecuten un programa de Gobierno enmarcado en los preceptos Constitucionales y legales como los que a bien se citan, y cuyos efectos derivan en una vinculación contractual del estado, así entonces el reproche social frente al manejo del Covid estaría desde la dimensión de su figura y un control político por sus inacertadas decisiones, como legal por parte de los órganos de control por el inadecuado usos de los recurso. Bajo el entendido de que esta Pandemia, nos cogió como sociedad sin instrumentos de salud publica, económica y social fortalecidos y entendiendo que han tratado de guiar sus decisiones de la mano de expertos, por lo que no pretendemos ser irresponsables con las argumentaciones, sí debe observarse que los mandatarios están en una especie de zona de confort sustentando sus decisiones en probabilidades de impacto de manera preventiva, con la restricción en movilidad, afectando los derechos fundamentales citados, más no correctiva para enderezar las dificultades de orden gerencial del sistema, que debieron asumir como más ahínco desde su posesión. Sin duda valoramos los esfuerzos locales, pero ellos ya deben llegar a un punto de flexibilidad regulatoria en perspectiva de cumplir no solo sus programas de Gobierno, por los que los eligieron, sino propender por incorporar instrumentos que permitan las finalidades constitucionales que se les asigno en las dimensiones propuestas, de tal suerte que realicen el trabajo para el cual los contratamos de lo contrario, se estaría estimulando lo que hoy es una realidad de la pandemia y no del Covid, si no del hambre.

    ResponderEliminar
  11. La situación actual de los municipios y departamentos es el reflejo de la ineficiente planeación en la administración Pública, a pesar de la existencia de veedores y organismos de control (las "ías"), los planes y programas, en su mayoría demuestran la improvisación por el cumplimiento de un requisito legal. Es como ir a hacer mercado sin la certeza de lo que se debe comprar y del presupuesto para ello.

    No hay que ser experto en disciplinas económicas para evidenciar la grave afectación que han tenido las economías regionales, no solo por el aislamiento de sus territorios y su imposibilidad de desplazamiento, sino por el cierre de sectores como el transporte público y el turismo.

    Las economías regionales básicamente se basan en la producción de bienes de primera necesidad como los huevos y verduras. Como ejemplo, el mercado de los huevos de gallina en el centro del país ha presentado una baja en los precios, fenómeno que no se evidenciaba en más 10 años. Hoy los precios del producto son similares a los presentados en el año 2010. Esto es efecto a la disminución de demanda y no obstante con eso los precios de los concentrados subieron por lo menos en un 20% con respecto al precio de febrero.

    Por eso es importante que el ejecutivo desde Alcaldías Concejos Gobernaciones y Asambleas planee y ejecute eficazmente para fortalecer las economías regionales.

    Juan Sebastian Cobos

    ResponderEliminar
  12. La pandemia que afrontamos actualmente no ha sido ajena a populismo, y vemos como las autoridades que deben estar articuladas para la búsqueda y aplicación de alternativas de solución, entran en controversia todos los días. Agravando esta situación se suma la falta de obediencia por parte de un numero significativo de la población, lo cual da como resultado un aumento sostenible de los contagios; lo cual sumado a las condiciones actuales de deficiencia en los servicios de salud, resulta una mezcla insostenible, con condiciones fatales, que así vez afectan la economía del país.
    A lo largo de los años hemos sido testigos de como los sistema de salud colapsan ante la ausencia de los gobiernos locales, los cuales han olvidado que los cargos ocupados son de servicio públicos, lo cual quiere decir que tiene un tiempo limitado y unas obligaciones especificas de servicio a las comunidades; lo que claramente no se cumple en gran parte del territorio nacional.
    Es preocupante ver como seguimos “contratando” los mismos perfiles que a lo largo de los años han demostrado incapacidad para garantizar los beneficios básicos para las comunidades, y como pretendemos que las situaciones se mejoren mágicamente sin hacernos responsables de nuestra parte.

    ResponderEliminar
  13. Andrés Mauricio Arias24 de julio de 2020, 14:53

    Sin duda alguna la responsabilidad por la situación actual del país frente a la pandemia recae en gran medida sobre los gobernantes. Dentro de sus obligaciones como mandatarios está asumir medidas eficaces para mitigar la propagación del virus y evitar el contagio de gran parte de la población a través de políticas públicas y sanitarias. Se sobreentiende que en estos tiempos de crisis por el COVID-19 lo más importante es la inversión en el sistema de salud, para garantizar el acceso de toda la población a una atención médica de calidad y que no sólo beneficie a sectores privilegiados. Pero la realidad es diferente, las inversiones en salud no han sido oportunas y le niegan el derecho a la vida a la población de estratos bajos, quienes están más expuestos al contagio porque el gobierno no les garantiza vivienda y alimento y por lo tanto, se ven en la obligación de salir a trabajar para proveer a sus familias, utilizando los medios de transporte público que son el nido del contagio. La solución no es dejar salir libremente a toda la población, por el contrario, la única solución es el aislamiento obligatorio. Si éste modelo de prevención se hubiera instaurado desde el inicio garantizando su cumplimento total, en estos momentos Colombia estaría siguiendo el ejemplo de otros países que sí lo adoptaron y no se habría alargado el tiempo de espera y parálisis económica del país. Este aislamiento debe venir acompañado con el apoyo económico a la población a través del congelamiento de los arriendos, subsidios alimentarios e activación del teletrabajo, sin dejar atrás el acceso gratuito a la salud para toda la población. Si el gobierno garantizara el cumplimiento del aislamiento obligatorio, la demanda de servicios de salud sería menor, evitando así las aglomeraciones en los centros de salud que facilitan el contagio del personal médico y la reducida capacidad para brindarle atención oportuna a las personas.

    ResponderEliminar
  14. Concuerdo con la alternativa que deberían emplear los alcaldes y no invertir esfuerzos y recursos en aparatos puntuales sino kits de salud que le permita al cuerpo médico afrontar las distintas sintomatologías que se han visto en pacientes. Lamentablemente los alcaldes en su gran mayoría se han dedicado a destinar los recursos para el manejo de la crisis en publicitar su imagen; otros como es el caso de mi pueblo, se jactan diciendo que no ha invertido recursos para el manejo y control del COVID, creyendo seguramente que la pandemia no nos alcanzará.

    ResponderEliminar
  15. La reflexión que me invita a hacer el análisis planteado es ¿Cuál es mi responsabilidad en todo esto? ¿Qué decisiones he tomado en el pasado que han sumado a la realidad actual? ¿Qué cambio tendré que generar en mí, para contribuir positivamente a un futuro mejor? . Estos cuestionamientos me los hago desde mi rol de mujer, ciudadana, empresaria; y en cada uno de ellos considero que tengo asuntos por mejorar desde el correspondiente nivel de influencia que tengo en cada uno. Así como me observó yo, me pregunto si el cuestionamiento aparece en nuestros gobernantes, nuestros empleados y los ciudadanos de nuestro país. ¿Lo que estoy haciendo será lo correcto? ¿Qué implicaciones tiene eso que creo correcto? ¿Podría actuar o gestionar los recursos de mejor forma? ¿Qué ganancias quiero obtener con la situación? ¿Qué creencias me impulsan o me impiden tomar otras decisiones? ¿Qué estoy permitiendo en mi vida, que si cambiará los resultados serían diferentes? Muchas son las preguntas que me asaltan, y frente las cuales no solo quisiera escuchar mis respuestas, sino conocer el pensar del habitante de este planeta que está a la espera de que sea el otro, el que le resuelva los problemas, con una mirada posiblemente optimista; es decir con la creencia de que las cosas mejoraran y no esperanzadora, lo que implicaría involucrarse activamente en la construcción conjunta de una solución. Jhon Maxwell, en la cumbre virtual de Liderando en tiempo de crisis, expresa algo que me aporta a este compartir. La Pandemia del Covid 19 es una crisis y por ende es un tiempo de intensa dificultad o peligro; repentino, que requiere una decisión. No obstante, lo que pasa es que olvidamos que: 1. las crisis se presentan con más frecuencia de lo que pensamos y que por ende deberíamos aprender del pasado y estar preparados para enfrentar las venideras, porque con seguridad tarde que temprano van a aparecer. 2. Las crisis distraen del progreso y en nuestro país la distracción ha dejado grandes consecuencias económicas, 3. La manera como actuamos frente a una crisis revelan lo que está dentro de cada uno de nosotros, nuestra manera de pensar, sentir y actuar, 4. Las crisis exigen una profunda transformación interna de los seres humanos y de las organizaciones que conformamos, y entonces me surge otra pregunta ¿Qué tan conscientes estamos de la transformación que como individuos debemos hacer para nuestro bienestar individual y colectivo? Y ¿Qué tan comprometidos estamos respondiendo a las necesidades de las organizaciones que hacen parte del sistema que integramos? 5. Las crisis logran que los verdaderos líderes aparezcan, y entonces encuentro un gran vacío en el nivel de liderazgo de muchos de nuestros gobernantes, porque es posible que algunos estén siendo más visibles que otros, pero no por ello más efectivos. Gracias Armando, por tan agradable y completo artículo, me posibilitó voltear la mirada hacia mí y aceptar el nivel de responsabilidad que tengo frente a lo que acontece en el momento actual.

    ResponderEliminar
  16. De pronto te has fijado que tampoco se esta realizando un ttabajo psicológico con las personas que se contagian? En edtos momentos la carga emocional es muy grande, las personas con el virus son aisladas, son cautivas, son personas discriminadas y la carga social que tienen que cargar es muy alta... consecuencia las personas enfermas quedan con problemas de no solo salud fisica y si no también psicológicas... en parte me atrevo a opinar porque mi tía tiene el virus 🦠 y son cosas que hemos podido evidenciar.

    Creo que todas las enfermedades se curan solo si el componente fisico y psicológico trabajan en sinergia.

    ResponderEliminar
  17. En estos momentos los alcades deben lograr llegar a un equilibrio entre el bienestar y lo económico, pues es difícil identificar cual es la prioridad. Como bien mencionas, los servicios de salud no son suficientes para responder a una pandemia mundial, pero la mayoría de los colombianos necesitan salir para poder sobrevivir estos tiempos de pandemia, lo cual puede significar un colapso del sistema de salud. Es momento de que los gobernantes replanteen su estrategia, pues encerrar a todas las ciudades no es una solución viable.

    ResponderEliminar
  18. Gracias Armando por tu análisis. Entendí necesario el aislamiento de manera inicial mientras como sociedad entendíamos un poco más cuál era la dinámica del virus. Era importante estudiar el virus y el impacto en la salud pública. Era una tarea que requería prontitud en el acopio de información, análisis y rápida formulación de estrategias para enfrentar la situación. Creo que una combinación de medidas sanitarias enfocadas a garantizar la salud pública, medidas inteligentes de reactivación económica, con un permanente monitoreo de la pandemia y diálogo abierto deben ser ingredientes importantes para administrar de la mejor manera posible una situación de pandemia como esta. Tarea nada fácil!!!

    ResponderEliminar
  19. Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo Armando. Estamos en una situación que ha mostrado las malas decisiones y estrategias del pasado. Si bien es una situación difícil de afrontar considero que la labor en general ha sido cuestionable. Por esto mismo nos podríamos preguntar ¿las medidas tomadas son para proteger la vida o son para evitar que salga a la luz el precario sistema de salud y consciencia ciudadana que tenemos mientras se deteriora cada día la economia? Si bien la salud y la libertad parecen ser factores que van en dirección contraria, se pudieron encontrar mejores decisiones para no ser uno de los países con la mayor duración de confinamiento sin una solución aún visible en el corto plazo.

      Eliminar
  20. Maria Paula Porras Rey27 de noviembre de 2020, 12:26

    En vez de encerrar a las personas deben educarse, que sean más conscientes de los cuidados que se deben tener para evitar el contagio y los impactos cuando no lo hacen, implementar medidas de seguridad en las actividades diarias y económicas. Tantos meses en cuarentena estricta aumentaron la pobreza, el desempleo y la inseguridad en el país, muchos negocios cerraron y otros más haciendo lo imposible por sobrevivir.
    Siempre, los que más sufren son los que menos tienen, la población que habita en zonas rurales o de escasos recursos que no tienen como reaccionar a situaciones tan extremas como una pandemia o ahora, un huracán y es justo la población que el gobierno olvida.

    ResponderEliminar
  21. En esos momentos, ante un evento nunca antes visto en el país, las decisiones que se pueden tomar con gran premura son pocas. El haber hecho un aislamiento para poder prevenir mayores contagios, mientras desarrollaban una estrategia para mitigar el impacto es coherente.

    El punto de dichas cuarentenas es no haber entendido del todo como se lograría mantener la economía, por ende la capacidad adquisitiva que permite la consecución del bienestar, para la población que trabaja en sector pocos desarrollados o totalmente informales en el país.

    Creo que cualquier decisión que se tomara la iban a criticar, sin cuarentena o con cuarentena, nadie iba a estar contento con la solución propuesta.

    Hoy, varios meses después de tales aislamientos, hemos visto como se recupera la actividad económica, algo del desempleo y el porcentaje de recuperados es superior al 90 por ciento y tenemos menos de 100mil casos activos, pero los indicadores de pobreza son preocupantes.

    Algunos ganaron, otros perdieron y otros no observaron cambios. Si se hubiesen tomado decisiones diferentes estaríamos mejor, posiblemente, pero ahora nos encontramos por buena camino.

    ResponderEliminar