sábado, 8 de enero de 2022

Los alcaldes, concejales, gobernadores y diputados, con su mediocridad, están llevando las regiones al desfiladero.

Parece que nadie se atreve, pero en mi caso, tengo el suficiente carácter para decirlo sin tapujos: los alcaldes, gobernadores, concejales y diputados están destruyendo los municipios de este país y nosotros mismos estamos ayudándoles a lograrlo. Basta con recorrerlos para darse cuenta el nivel de descuido y ruina en el que se encuentran muchos de ellos: cascos urbanos espantosamente mal planeados y mantenidos, veredas abandonadas a su suerte, salud, educación apenas aceptables y orden público casi siempre comprometido. La explicación no es otra que, o son terriblemente incompetentes o se niegan terminantemente a hacer el trabajo para el cual los contratamos. 

Lo preocupante del caso es que nosotros mismos estamos ayudándoles a materializar tal destrucción, aceptando sus disculpas recurrentes y mentirosas relacionadas con complejidades que no existen, presupuestos suficientes que para ellos siempre serán escasos, desconocimiento de lo público convenientemente utilizado para materializar sus propios intereses etc., bajando preocupantemente nuestras expectativas sobre su gestión, aceptando y excusando su falta descarada de resultados y su total incapacidad para solucionar eficazmente los problemas de las personas que los eligieron. 

Pero esta situación no puede continuar, de lo contrario nuestro país terminará en ruinas desde el punto de vista social y ambiental, antes de que nos demos cuenta y posiblemente ya no podamos hacer nada para corregirlo. 

Tenemos que empezar a ser despiadados con ellos, exigiéndoles perfección en sus actuaciones y dejándoles claro, que quien no pueda desempeñarse de la forma esperada, no debe siquiera postularse para tal dignidad. Es necesario que acabemos con esa permisividad que está carcomiendo el bienestar propio y de nuestros seres queridos: hacen el trabajo para el cual los contratamos o los obligamos a hacerlo. 

Mandemos al diablo las mentiras que justifican su incompetencia, comprendamos de una buena vez que tienen todo para hacer una gestión al menos aceptable y si no lo logran, debe ser porque atienden sus propios intereses o  sencillamente no son competentes para desempeñarse en el cargo que ostentan. 

Recordemos que cada ciudadano por humilde que sea, es el jefe natural de estos empleados de lo público, por lo tanto, a la menor evidencia de una mediocre gestión, pongamos el grito en el cielo, teniendo el cuidado de desoír la totalidad de las disculpas que aquellos puedan inventarse, ya que son irrelevantes para nuestros intereses. 

Exijámosle además a instancias como el Departamento Nacional de Planeación, La Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General de la República, que dejen de tratar a estos dignatarios territoriales como al “hijo bobo” del que no se espera nunca nada. Lo que necesitamos es que estas tres organizaciones públicas, empiecen a ser contundentes, verificando su gestión, pasando de los indicadores mentirosos e irreales a la verdad pura y dura, de suerte que si existe la más mínima evidencia de que no están siendo diligentes, aprovechen sus competencias para ser implacables con ellos. 

Finalmente, abandonemos todos estos programas de orden nacional y de cooperación internacional, que buscan remplazar el trabajo que estás instancias locales se rehúsan a hacer, dejemos claro que el que no sea capaz de lograr resultados, no debe meterse a gestionar lo público. Abramos al fin los ojos y dejemos atrás está odiosa tradición de mentiras y contemplaciones que tiene nuestras regiones en el atraso y nos hunde en el desespero cada día más. 

20 comentarios:

  1. Todo se resume en que los educaron para enriquecerse del herario público, y por tanto lo que tenemos es un proyecto persona cada 4 años y No un proyecto Nación a largo plazo.

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  2. Pero Armando - para cualquier caso de los 1000 y tantos - si la elección no fue fraudulenta, fue legítima, aunque probablemente con los votos de una minoría activa en tanto que la gran mayoría se abstuvo de votar (y se ha abstenido antes, etc), como supongo no estás proponiendo cambiar el sistema electoral, lo que quieres es que se surta por iniciativa civil el procedimiento de revocatoria, y/o que se sancione y castigue el no cumplimiento del mandato ... Bien, si ese es el caso, y ya caso a caso ¿después qué sigue? ¡En serio! ¿Qué sigue? ... Repito lo que comenté hace un par de días, se necesita que un colombiano modelo, desde la más alta dignidad, dando el ejemplo muestre el camino ¡así sea por tan sólo 4 años! Con un modelo tal empiezan a aparecer y a atreverse los seguidores (qué los hay) que replican y multiplican el buen ejemplo, y al cabo, igual que ahora con la decadencia, se asienta no ya la esperanza sino la vitalidad creadora, la confianza en el obrar recto, y el amor a la patria como el valor cívico supremo. Abrazos y ¡Feliz Año!

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  3. Apreciado Armando,cual paradoja de la democracia se convierte hoy día el "desfiladero regional" que muy bien mencionas, lo que me atrevería con su permiso, es plantear algunas reflexiones sobre la finalidad de tener una democracia que más parece indicativa, que participativa de quienes administran nuestras instituciones. Y es que con el cambio cada cuatrienio de dirigentes en estas instituciones, hay quienes se renuevan y quienes se reeligen, pero que ni unos ni otros se reinventan para conectarse con una región que es la de sus entornos, colegas, familias e hijos, con políticas públicas que impacten el desarrollo de sus regiones.

    Ahora bien, lo anterior solo será posible, sí alcanzamos una madures política y democrática donde los liderazgos no se midan por la capacidad de llegar a un cargo de estos, síno como al llegar a estos, planteamos verdaderas revoluciones de desarrollo social, económico y político de nuestras regiones, rompiendo paradigmas de centralización y empoderarnos del éxito o fracaso de nuestras administraciones en la regiones.

    Por último y en ese ejercicio de los pesos y contra pesos, esperar la mayor rigurosidad de los órganos de control será sustancial para enviar los mensajes de una correcta administración que aunque es ex pos a la elección y en muchos casos al terminar los mandatos, insisto debemos apuntar al ex ante, con la madures democrática que como ciudadanos esperamos de nuestros gerentes públicos, para nuestro mejor presente y deseable futuro, por unas regiones que están llamadas a construir la Colombia que necesitamos. Gracias

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  4. Estimado Armando,
    Nada más cierto y aunque cada Colombiano tiene derecho a exigir resultados, todos estos incompetentes son hijos de este sistema corrupto y perverso que cada 4 años, amaña unos proyectos irrealizables o peor aún, innecesarios, pero necesarios al fin y al cabo para llenar los bolsillos del politiquero de turno, llámese: concejal, alcalde, asambleísta..etc.
    Todo un contubernio en contra de los Colombianos, amparados por la comprada justicia y jueces corruptos de turno.
    Como bien lo define el profe Tobon:
    "Colombia es un país diseñado para robar"😡🤔

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  5. Como bien se menciona en el blog es preocupante ver la realidad que atraviesa nuestro país el cual merece una oportunidad para mejorar. No creo que solo vaya de las manos de las personas elegidas para dichos cargos, sino que a su vez comienza en el propio pueblo colombiano este problema. En mi opinión el problema radica en un concepto en particular como lo es la abstención electoral. El país ha registrado cifras en las que evidentemente se ven como una gran proporción de la población no participa en las elecciones y es sensato llegar a estas reflexiones del escrito, pero se debe mirar el problema desde la raíz.

    Históricamente Colombia ha presentado en los últimos años de acuerdo con la registradora mayor participación electoral en las elecciones para gobernadores y alcaldes que para presidentes. En el ultimo milenio la cifra de abstencionismo mas baja que se dio es del 41,57% en las elecciones de 2011, sin embargo, esto demuestra efectivamente como casi la mitad de la población electoral potencial no participa en la decisión de quienes serán los lideres de las diferentes regiones y el propio país. Es necesario que se comience a exigir a nuestros mandatarios buenas labores y políticas publicas que impulsen las diferentes regiones y el país pero a su vez es importante que las personas salgan a ejercer su derecho al voto y elegir a quien le van a exigir buenos mandatos, proyectos en que tanto a corto como a largo plazo se impulse nuestro país y sus diferentes regiones y sobretodo que se puedan tomar las decisiones con fundamentos a nuestros dirigentes en los que no haya una buena administración. Es necesario tomar acciones, pero para exigir a otros tenemos que primero exigirnos nosotros mismos.

    https://www.registraduria.gov.co/IMG/pdf/CEDAE_-_Abstencionismo_electoral_en_Colombia.pdf

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  6. Respetado Armando, en efecto la corrupción es el mal más grave que ha infectado a Colombia en toda su historia. Día a día vemos cómo los índices de pobreza y desempleo crecen a lo largo y ancho del país sin que se tomen medidas contundentes que ayuden a combatir las necesidades más apremiantes de la sociedad colombiana. Aún así, considero que este no es un problema que deba atribuirse en su totalidad a la clase política, pues este es el resultado de una democracia débil y de una sociedad desconectada. Siempre he pensado que Colombia posee una riqueza envidiable, pues es un país al que todos los días roban pero que nunca dejar de producir/proveer. El problema está en que nos hemos acostumbrado a ver lo malo por encima de lo bueno, a buscar “salvadores” en vez de verdaderos líderes, a esperar poco de quienes ejercen cargos de poder y a conformarnos con los estándares de un país en desarrollo. Para los colombianos NO existe un norte claro, pues mientras muchos critican todo lo que ocurre en el país, a su vez están mirando cómo irse e iniciar una nueva vida en otro lado. Al final, lo que ocurre es que hay mucha queja y poco aporte, brindando la oportunidad perfecta para que personas sin escrupulos lleguen al poder con promesas falsas para seguir aprovechandose de los recursos de las regiones. Creo que nuestra responsabilidad como Colombianos es unirnos y luchar por un mejor país, un país en el que todos tengamos las mismas oportunidades y la formación para tomar mejores decisiones. Hay que dejar atrás el abstencionismo y rechazar por completo todos los actos delictivos que rodean la selección de los funcionarios públicos, solo así podremos fortalecer nuestra democracia y encaminarnos hacia un mejor futuro (siendo conscientes de que todo parte del comportamiento propio).

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  7. Me identifico con el artículo especialmente por la decadencia que hemos vivido en Bogotá los últimos meses especialmente en temas de seguridad y movilidad. Hasta cuando debemos esperar para que los dirigentes se vuelvan competentes en sus obligaciones en vez de echar culpas ya sea a un presupuestos insuficientes o a la cultura ciudadana. La opinión expuesta me acuerda especialmente al comienzo de la pandemia cuando la alcaldesa Claudia López escudaba todas sus malas decisiones echándole la culpa a las medidas que tomaba la presidencia. La alcaldesa no ha podido dirigir de manera prospera la capital en ningún aspecto pero hasta que punto debemos los ciudadanos dejar que se escude en excusas mientras quienes vivimos los problemas somos los 7 millones de habitantes de la capital. Hablo con la experiencia de lo que he vivido pero el agotamiento por la mediocridad de los alcaldes, concejales y gobernadores debe cubrir la mayoría de nuestro país. La conclusión más importante para mí va de la mano con la frase "quien no pueda desempeñarse de la forma esperada, no debe siquiera postularse para tal dignidad." Como es posible que aquellos mandatarios que tanto daño le hacen a las ciudades y departamentos, son los mismos que escogemos los ciudadanos. Como es posible que las personas en las que millones de votantes coinciden es la más capacitada terminan logrando periodos inimaginablemente malos. Debemos comenzar a pensar quien realmente tiene la culpa, los votantes al dejarnos engañar en las campañas políticas o los dirigentes que se postulan sin tener las capacidades de sus cargos.

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  8. Me siento plenamente identificado con lo mencionado previamente por Armando, debido a que vivo en una región pequeña, la cual nos permite tener un mayor conocimiento acerca de quienes son las personas elegidas para gobernar en nuestro departamento. El verdadero problema radica en que sin importar que el candidato presente antecedentes no tan favorables a la hora de ejercer, los ciudadanos preferimos elegirlos debido a que es alguien “conocido” y que en algún momento me puede brindar la mano. De esta manera, se fomenta parcialmente la corrupción e imparcialidad. Adicionalmente, se promueve la mediocridad debido a que como la mayoría de las obras son realizadas por personas cercanas a esta “rosca”, tienden a realizar los trabajos de la manera más paupérrima posible para así repartirse los beneficios entre ellos. No se puede dejar a un lado que nuestra sociedad hoy en día piensa que todas las personas involucradas en el mundo de la política están dispuestos para estafar, pero aun así, la sociedad valora a los que estafan y de igual manera, consiguen algunos cambios o mejoras en la sociedad. Ya es hora que abramos los ojos, exijamos todos esos beneficios de los cuales somos dignos, así como los ciudadanos debemos cumplirle al estado, el estado debe enfocarse en cumplirnos. Reitero, para este cambio todos los ciudadanos debemos unirnos en pro de hacernos sentir y apoyar a nuestro país, trabajando así, por mayores frutos para las siguientes generaciones.

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  9. Paula Andrea Montezuma26 de enero de 2022, 22:10

    Considero que como ciudadanos no solo tenemos el derecho a elegir a nuestros representantes, sino que tenemos el deber de cuestionar, medir, comparar los diferentes resultados obtenidos en el ejercicio de sus poderes. Esto quiere decir que tenemos una responsabilidad aún más grande que elegir a nuestros estandartes politicos y es el poder exigir y cuestionar sus funciones y resultados. Esto porque es nuestro deber dejar nuestro país en mejores condiciones de las que encontramos. Es por esta razón que la negligencia ha sido en ambos sentidos pues por un lado, los resultados de los diferentes municipios demuestran la falta de responsabilidad y compromiso con el pueblo y por el otro lado permitimos y normalizamos resultados mediocres que solo permiten la decadencia de nuestras regiones.

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  10. Armando, de acuerdo con lo que sin pelos en la lengua te atreves a decir, estamos siendo desde tiempo atras muy pasivos con los gobernantes de nuestras comunidades. Asi mismo, consigo en esta discusión un problema y es la manera de poder lograr que la planeación propuesta se cumpla ya que al mismo tiempo muchos colombianos utilizan una protesta (Que bien ejecutada podria funcionar) en desmanes y destrucción publica sin un objetivo. Creo que para lograr que dejen a una lado la de mediocirdad debemos encontrar la manera en que como lo mencionas, el Departamento Nacional de Planeación, La Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República consigan una postura mucho mas fuerte sobre los que nosotros contratamos, y que estos cumplan.

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  11. Armando, estoy totalmente de acuerdo con usted, debemos exigirle mucho más a aquellas personas que elegimos. Sin embargo, para hacer eso necesitamos una mejor educación que genere consciencia en los ciudadanos. Debemos salir a votar y no dejar esta decisión en unos pocos, como también debemos aprender como pueblo a discernir entre quién está proponiendo algo de verdad y quién acude al populismo para obtener una mayor aceptación.

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  12. Manuela Botero Montoya27 de enero de 2022, 15:49

    Así es Doctor Ardila, estoy completamente de acuerdo con usted. Yo personalmente considero que el problema radica desde el momento de las elecciones y el proceso previo a estas. El problema somos nosotros. Nosotros que no sabemos elegir, elegimos al corrupto, o al que le lleve la contraria, al que no sea de la extrema derecha o al que no sea de la izquierda, elegimos a gente sin experiencia e incompetentes, elegimos lo que queda. Nos dejamos comprar con ideas que solo se van a quedar en papel. Nos falta educación y nos falta cultura como sociedad. También es que ahora la política se ha convertido en un capricho, ahora todos quieren ser políticos, sin recorrer un camino básico para prepararse, y la campaña 2022 de Senado y Cámara de Representantes, lo está demostrando. Estos son los encargados de gestionar los recursos en los municipios, pero otro claro ejemplo de su mal manejo son las vías del país en pésimo estado y las escuelas y los hospitales abandonados sin terminar. Retomando lo dicho anteriormente frente a la incompetencia de los políticos, no es sino ver la cantidad de deportistas y hasta influencers que pretenden llegar al Congreso, quienes no deben saber cuál es su función, ni cómo tendrán que ejercerla, pero bueno, esa es la libertad de las elecciones. Pero entonces, ¿quienes eligen a esas personas sin experiencia y sin recorrido político? La respuesta es la misma: nosotros. Hace poco escuché a alguien que decía “mejor malo conocido, que malo por conocer” y tristemente la realidad de Colombia es al revés, es evitar votar por los que tienen alguna experiencia porque a todos los tildamos de corruptos y decidimos irnos por los nuevos, por lo diferente, con la esperanza de que van a hacer bien su trabajo, pero lastimosamente nos hemos llevado las mismas sorpresas sin resultados efectivos para el país. Es claro que los funcionarios públicos de este país no están desempeñando bien su cargo, sin embargo, considero que aquí en Colombia no sabemos cómo derrocar estos personajes y no nos hemos encargado de abrirles algún tipo de proceso para verificar que estén realizando adecuadamente su trabajo. Ante esto vuelvo y reitero mi punto inicial, para qué esperar a que lleguen a su cargo para saber si son o no competentes para su labor, si nosotros podemos evitar que lleguen a tal puesto en primer lugar.

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  13. Totalmente de acuerdo con las denuncias, planteamientos y propuestas contenidas en el artículo de Armando Ardila. Otra propuesta, no mencionada en el artículo, es la de una reforma política y al régimen electoral. El actual régimen que aplica a los municipios y departamentos está basado en la descentralización política, administrativa y fiscal que introdujo la constitución del 91. Esta descentralización produjo inicialmente buenos resultados, ya que los municipios asumieron competencias en los servicios básicos y esenciales a la población, y lograron mejorarlos a través de una mayor inversión con base en los resultados que la citada descentralización fiscal les otorgó. Sin embargo, el sistema electoral ha permitido que las administraciones municipales y departamentales hayan caído en manos de familias y roscas que solo buscan el interés propio cuando acceden al poder. Es necesario, entonces, reformar el sistema político y electoral que aplica a las regiones para restringir el acceso de estos a las administraciones regionales. Por ejemplo, reduciendo los costos de las campañas, reduciendo también el número de concejales y diputados que hoy es excesivo, o exigiendo un mínimo de requisitos de formación y experiencia para los candidatos, ya que hoy no se exige ninguno.

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  14. Armando, estoy de acuerdo con la existencia de los problemas que son mencionados, con que se le debe exigir más a los funcionarios públicos por tener resultados basados en sus propuestas y con que la ciudadanía debe ejercer sus derechos de exigencia y no permitir que los dirigentes del país se tomen a la ligera su labor. Sin embargo, creo que no se toman en cuenta los problemas de raíz como la falta de votación electoral en las elecciones democráticas. Entonces, ¿cómo se le exige a un país que ni siquiera sabe qué reclamar? El problema es de educación y de conciencia ciudadana, que permita escoger personas capaces, con propuestas sólidas y, no con mentiras o propuestas que van a terminar en nada.
    Por otro lado, considero que la “perfección” es un tema que se ha convertido en algo subjetivo. ¿No cumple por que no me gusta lo que hizo? O, ¿no cumple porque realmente está incumpliendo con lo prometido?. ¿No cumple porque hizo cosas que prometió pero, desde mi tendencia política está mal? O, ¿ no cumple porque hizo mal lo que dijo que iba a hacer?
    Finalmente, considero que los problemas mencionados se deben tanto a los funcionarios públicos que no cumplen con lo prometido como a ciertos ciudadanos que toman su rol a la ligera y, la solución está en informarse y votar por el candidato que cuente con la capacidad de dirigir un país que cuenta con muchas fallas pero, al mismo tiempo cuenta con unos beneficios que no cuentan otros países.

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  15. Hola Armando, un prospero 2022. Estoy de acuerdo con tus planteamientos y le sumaría, a estas instancias de control fiscal, político y disciplinar, al Congreso y Senado, pues tienen una responsabilidad enorme en ejercer vigilancia y veeduría acerca del manejo de los recursos. Aunque tú no lo tocas directamente, es evidente que uno de los flagelos que nos esta ahogando y que no esta permitiendo que avancemos como país es la corrupción en todos los niveles de la organización política administrativa del Estado colombiano. Y qué salida tenemos?, i) pues como ciudadanos tenemos que asumir una mayor beligerancia en la veeduría ciudadana, creo que hay algunas ONG que lo están haciendo, sin embargo no es suficiente para incidir en cambios que permitan desarrollos sostenibles a nivel territorial y a nivel nacional, hay un mecanismo que me parece debería tener más fuerza desde la sociedad civil y la ciudadanía y es la de rendición de cuentas, pero no como la que tradicionalmente se hace, es decir de informar a la población de "todo lo bueno que se ha hecho" sino que con procesos participativos y de autonomía ciudadana podamos propiciar estos espacios de transparencia y de ver como desde este espacio se puede construir un territorio que acepta la crítica, que hace los correctivos y que mejora progresivamente; ii) fortalecer los mecanismos de control y veeduría de las instancias políticas, que sean independientes y que puedan de manera eficiente ejercer su rol; iii) respecto a la Procuraduría, Contraloría, Fiscalía, tienen unas funciones muy claras y específicas que tendrían que pasar dos cosas, una que no dependan los cargos de la presidencia y que tengan autonomía para realizar su gestión, independencia total y segundo sencillo, que hagan lo que les toca y lo hagan bien, ganaríamos mucho como país; iv) el ejecutivo tiene una responsabilidad enorme de sacar adelante las políticas y proyectos más sensibles del sector y aquí desde la propia institucionalidad velar porque los recursos se ejecuten de manera eficiente y colocando reglas del juego claras en su implementación, aquí los carruseles de la contratación deberían desaparecer y poder implementar mecanismos de selección transparentes y eficientes. Para no cansarte más con estas cortas reflexiones, me quedan dos, el proceso de formación y educación continua que como ciudadanos, funcionarios y políticos tenemos con nuestro territorio, debe ser un proceso permanente y acompañado, no basta con el curso, sino que creo y lo más importante es cómo se esta practicando lo reforzado o aprendido y desde cada escenario de actuación realizar los correctivos y en cuanto a la formación el papel de las universidades es fundamental que permita el debate y el dialogo abierto a las diferencias. Finalmente tenemos como ciudadanos una responsabilidad enorme en esta elecciones que tenemos ad portas, el abanico no es muy prometedor, sin embargo debemos estudiar las propuestas de gobierno, a la fecha no muy claras, espero que podamos tener la oportunidad de conocerlas todas y que votemos a conciencia, no por ir en contra de alguien porque si o por el odio que la polarización ha generado y que nos esta haciendo tanto daño.

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  16. Maria Victoria Gil23 de mayo de 2022, 13:11

    Armando, de acuerdo con este planteamiento. De hecho, yo viniendo de una ciudad relativamente "pequeña" como lo es Santa Marta, puedo comprobar con certeza lo que dices. Para nadie es un secreto que nuestra ciudad sufre de un gran desabastecimiento de agua potable. Tanto las viviendas en estrato 1 como las de estrato 6 sufren de esta problemática. Tan es así que en los edificios es necesario hacer turnos de agua ya que no es suficiente. Cada día se deben comprar tarrotanques para poder abastecer a las personas de las viviendas. Y por supuesto esta es una problemática identificada que todos los alcaldes, gobernadores e incluso presidentes han prometido solucionar. Lastimosamente ninguno ha cumplido con su promesa y seguimos viviendo sin agua. Es por esto la importancia de realmente escoger buenos gobernantes. No el amigo, no el conocido, no el familiar ni por el que te mandan a votar. Como ciudadanos, es necesario y responsable evaluar las propuestas de cada uno de los candidatos y analizar realmente qué tan viables son esas propuestas para entender qué tanto cumplirá lo que dice.

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  17. Armando, estoy en total acuerdo con su planteamiento sobre la falta de rendimiento de cuentas a las que se enfrentan los líderes regionales en nuestro país. Usualmente tenemos el foco puesto ante el presidente, ministros y senadores sin embargo ignoramos la gestión de nuestros líderes locales. Esto no tiene sentido alguno ya que estos líderes locales son los que generan un impacto más inmediato y directo en nuestro día a día como colombianos. Considero que el llamado que hace a la ciudadanía es más que necesario, por décadas nos hemos acostumbrado a la mediocridad de nuestros gobernantes locales y no les exigimos que cumplan sus propuestas de campaña. Como ciudadanos debemos hacer uso de nuestros mecanismos como: el Departamento Nacional de Planeación, La Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República para no quedarnos callados ante la mala gestión de ciertos gobernantes. Siento que en mi ciudad Barranquilla este problema es más que evidente. La ciudad como tal ha estado en un crecimiento acelerado en la última década sin embargo se nota el olvido hacia los municipios aledaños a esta. El mal estado de vías y constante contaminación es más que evidente en municipios como Soledad, Puerto Colombia o Villacampestre. Debemos tomar acción como ciudadanos como usted recomienda Armando y procurar una mejor nación para las futuras generaciones.

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  18. Hola Armando, estoy de acuerdo con tu planteamiento. Primero quiero agregar que en Colombia la gente no reclama nada, cuando le entregan un proyecto, parque, carretera, vías, la entregan en mal estado. En algunos casos no cumplen con su palabra, propuestas y no terminan haciendo nada. Apoyo tus comentarios debemos acabar con este tipo de mandato y exigir que nos respondan. Se hacen más ricos y no les interesa lo que pasa en sus alrededores. La gente debe saber lo que puede hacer pero toca cambiar la mentalidad colombiana. Es un proceso difícil pero si hay un buen orden considero que este país puede crecer mucho más rápido de lo que pensamos.

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  19. Creo que lo que dice Armando tiene mucha relevancia en estos momentos en los que se avecina un cambio de gobierno: se debe crear algún mecanismo de control para que no haya tanta incompetencia en la administración pública de territorios que son tratados como el "hijo bobo". Por otro lado, es clave resaltar lo que se dice en el artículo acerca de la labor que tienen los funcionarios de este tipo de territorios: son los empleados de los ciudadanos y deben cumplir con su labor o si no, como en cualquier otro cargo laboral, deben ser removidos. También creo que el que haya tanta incompetencia en estos cargos menores, hace que las personas se acostumbren al mal trabajo de los funcionarios, lo que hace que haya un efecto de bola de nieve e imposibilite que haya un avance general, es más, solo genera retroceso.

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  20. Hola armando, un analisis que creo que es bastante acertado y creo que es una triste realidad que se eclipsa por el cubrimiento mediático que se realiza a la presidencia del país. Sin embargo,tengo dos comentarios uno contradictorio y otra complementaria que me gustaría exponer.

    Primero, al leer creo que nos enfrentamos ante una discusión bizantina, donde sus aristas no son para nada fáciles de entender. En primer lugar, debemos entender que este es un problema que no es nuevo en la gerencia de recursos públicos del país. Desde mi opinión es un problema que se acarrea desde finales de los 60 ́ s, dada la obra teatral que se venía dando en los partidos regulares y que se agudiza con la facilidad de corrupción a finales del siglo . En ese orden de ideas, es casi un pensamiento utópico esperar que cualquier gobernante logre en 4 años arreglar algo que lleva más de 70 años. Sin embargo, no quiero que el pensamiento anterior se vea como una justificación simple, sino que más allá de eso sea el claro ejemplo que cualquier gobierno que entre trae agenda atrasada hace caótico que se pueda realizar los objetivos con los que se posicionan. Por esto mismo, creo que es de vital importancia que en vías del desarrollo se debe alcanzar el sobregiro de promesas que hoy en día tiene la nación.

    Ahora, creo que es perfectamente válido que los entes de control deberían tomar medidas para acabar de raíz al populismo que año tras año es electo en este país. Sin hablar de afinidades políticas hay claros ejemplos en las pasadas elecciones de candidatos que hacen promesas,reproches a anteriores gerencias y contradictorias en sus discursos de campaña que deberían ser reprochables y tramitadas por los entes de control. Bajo mi opinión debemos hacerle nombre a ley y nuestro derecho como ciudadanos e impedir a estos demagogos sigan siendo electos en demas cargos, en pocas palabras impedir su participación política por cierto periodo de tiempo.

    En pocas palabras, para concluir estos vagos pensamientos debe haber un castigo que elimine el problema de la mano con un ajuste de caja en lo que el país nos debe hoy en día y de esta manera, poder tener índices totalmente verídicos de la administración de los funcionarios públicos.

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