Hace
unos días, en el marco de alguna de las interesantes conversaciones cotidianas
que la mayoría de nosotros sostenemos a diario, con personas que no conocemos
del todo pero que tienen mucho que decir, con respecto a lo que sienten
viviendo en un país como el nuestro, un taxista me preguntó en medio de su
frustración por el escalamiento de la violencia en las regiones colombianas y
los descarados casos de corrupción rampante, de carácter tanto público como
privado, “¿cuál puede ser el problema de Colombia para que estemos tan jodidos?”.
El
objetivo de este blog es responder esa misma pregunta que a varios,
incluyéndome, nos ha dado tantas vueltas en la cabeza durante mucho tiempo. Lo
primero que hay que precisar es que la precaria situación de la sociedad
colombiana está explicada por las características de la moral en el marco de la
cual se materializan todas sus interacciones sociales.
Al
respecto, lo que se puede decir es que cada sociedad define un conjunto de
reglas que persiguen en última instancia, la posibilidad de vivir en armonía al
interior de un modelo social, que garantice la felicidad de todos sus
individuos en el marco de principios fundamentales como la libertad, la
equidad, el bienestar etc. Dichas reglas, que le dan forma a la concepción de
justicia sobre la cual la sociedad toma decisiones que afectan a cada uno de
sus miembros, se definen y fundamentan mediante procesos de prueba y error que
les muestran a los individuos lo que más les conviene a el largo plazo, en
términos de lograr materializar sus expectativas o su felicidad. Ese conjunto
de reglas es lo que llamamos “moral” y su estudio lo conocemos como “Ética”.
La
sociedad colombiana desarrolla actualmente sus actividades cotidianas, en el
marco de un grupo particular de reglas, a las que llegamos gracias al doloroso
proceso histórico que hemos vivido durante décadas. Específicamente las
condiciones de marcada desigualdad en las que ha existido el país desde
siempre, terminaron por definir reglas sociales que sistemáticamente han
buscado perpetuar dicha desigualdad e incluso profundizarla paulatinamente.
En
esencia vivimos en una sociedad con una moral compleja, en la que la virtud
individual y el ejercicio de la justicia, claramente no están en primer lugar
del orden del día. Estas reglas son tan injustas que priorizan de facto las necesidades del grupo
poblacional más rico, pues le proporcionan mejor calidad de vida, mejor
educación, mejor salud etc. El estrato
social, por ejemplo, es un discriminador evidente, pues es claro que las
dotaciones con las que cuenta los barrios de estratos cinco y seis son mucho
mejores que las propias de estratos uno y dos, de otra parte, las reglas que
conducen a tener un sistema de salud ineficiente y corrupto, le ofrecen a los pobres
un estándar de calidad completamente distinto al que pueden acceder las
personas que tienen la posibilidad de pagar un buen plan de medicina prepagada,
incluso, la calidad de la educación en los colegios públicos en los que
estudian los pobres, en promedio, es claramente inferior a la que ofrecen las instituciones
privadas más costosas.
La moral asociada a todas estas dinámicas
queda muy bien representada en la cultura del ciudadano “usted no sabe quién
soy yo”, todo un planteamiento social que legitima el hecho de concebir
personas más importantes que otras, con derecho a gozar de privilegios a los
que los demás no pueden acceder y suficiente poder para imponer reglas que
perpetúen la posibilidad de continuar recibiendo tales beneficios.
De
otra parte, el grupo poblacional mayoritario más pobre, consciente de las diferencias
y de las serias dificultades que interpone la sociedad para reducirlas, termina
legitimando una serie de reglas basadas en desconfianza, aprovechamiento, revanchismo,
lucha por los recursos escasos y justicia por la propia mano. La moral resultante de esta lógica está muy
bien representada en la cultura del ciudadano “abeja”, aquel individuo que se
aprovecha de la “ingenuidad” de los demás, dispuesto a pasarse por la faja las
necesidades del resto de la sociedad con tal de mejorar su propio bienestar.
Todos
estos aspectos y otros innumerables más, rompen lo que John Rawls llamó “el
velo de la ignorancia”, esa condición de libertad e igualdad verdaderas, por
medio de la cual, en una sociedad justa, cada uno de sus individuos tendría las
mismas posibilidades de materializar sus expectativas y conseguir la felicidad.
En últimas nuestra moral nos conduce a
la existencia de la injusticia como una condición socialmente aceptada y
defendida por todos los miembros de la sociedad, ricos y pobres. Luego de una
conclusión como ésta, valdría la pena preguntarse ¿bajo qué circunstancia, una sociedad cuyas
reglas hacen honor a la injusticia no debería estar indefectiblemente jodida?
Al análisis presentado deben agregarse las preguntas que conduzcan al planteamiento de soluciones. Por ejemplo, lo planteado con respecto a la educación conduce no solo a estar la sociedad colombiana como está sino a acrecentar la diferencia. Esto mismo sucede con la posibilidad de competir en el mercado los inversionistas que tienen escasos recursos en cualquier sector de la economía. Las normas y factores, de origen público y privado, favorecen a los grandes inversionistas, basta con señalar el caso del endeudamiento en el que una gran empresa puede conseguir financiamiento vía bonos a tasas de interés bajas y plazos largos en los cuales se cancela la deuda (el principal) solamente al finalizar el plazo mientras el pequeño inversionista accede al crédito en el sistema financiero con plazos cortos y abonando al capital desde la primera cuota.
ResponderEliminarPlanteemos preguntas que conduzcan a la solución.
¿como garantizar la calidad de la educación pública?
Ricardo gracias por tu interesante comentario. Si buscamos soluciones, lo primero seria reducir la desigualdad, no sin antes cambiar las reglas para que esto suceda. La educación sin duda sería uno de los principales objetivos de dicha modificación. Sin embargo es imperativo que la escala de valores cambie desde las casas y desde las universidades mediante la conformación de mecanismos como centros de ética que promuevan la vistud y la justicia como pilar principal del ejercicio ciudadano y profesional. Por supuesto estos centros debe cambiar en primera instancia a los profesores antes de incidir en los alumnos. Si todas las universidades actúan en consecuencia con mecanismos exitosos, seguramente veremos un cambio posterior interesante en la escala de valores que seguramente conducirá a cambiar nuestra percepción de justicia y por esta vía toda la estructura social actual.
EliminarCuando en el exterior me preguntan de qué país soy?, con mucho orgullo digo “Soy Colombiana” y siempre he recibido una sonrisa como respuesta pues nos reconocen por ser uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, porque Cartagena tiene un encanto único, porque Shakira y Sofía Vergara suponen la belleza de la mujer Colombiana, porque Botero y García Márquez son la muestra de la cultura que tenemos, por el carisma y calidez que caracteriza al colombiano, y por supuesto, porque contamos con una Selección de fútbol envidiable con Falçao, James y Cuadrado.
ResponderEliminarPero al regresar, la realidad que enfrentamos es otra, a pesar de estar dentro de los países más felices del mundo, según cifras del DANE, para el año 2017 la pobreza multidimensional, entendida como carencia en calidad de vida, educación y salud, fue del 17% y para el mismo año, de acuerdo con datos publicados por la Cepal, “Comisión económica para América Latina y el Caribe, Colombia es el segundo país más desigual en donde el “1% más rico de la población concentra el 20% del ingreso”. No podemos ser felices con tan altos niveles de pobreza y desigualdad y lo peor, con una sociedad acostumbrada a vivir así.
Sin embargo, la coyuntura actual nos ha mostrado que las nuevas generaciones quieren un cambio en el país. La muestra más reciente de esto ocurrió en las pasadas elecciones presidenciales del 27 de mayo que, aunque su resultado fue a favor de candidatos de extrema, Fajardo demostró que hay un gran número de colombianos que creen que la base para un país mejor es la educación.
Y es a través de la educación, y de la formación en valores recibida en el hogar, que se puede cambiar la cultura en la que vivimos; aquella en la que nos acostumbramos a los políticos corruptos, a la injusticia y a las diferencias sociales tan marcadas que reflejan condiciones de vida extremas.
Si desde pequeños la formación es integral, en la que el conocimiento va de la mano con la moral, ética y los valores, el actuar de las personas sería distinto pues tendrían las mismas posibilidades de crecer y salir adelante, a pesar de las condiciones sociales en las que hayan nacido. No sería necesaria la “rosca” para lograr un buen cargo o el “pago de un favor” por la adjudicación de un proyecto.
Y al final, cada individuo lograría ser feliz, sin pasar por encima de los demás. Claro, es distinta la felicidad de acuerdo a los niveles sociales, pero al final, no sería una felicidad que destruyera a otro, sino construída bajo el criterio de que todos tenemos los mismos derechos y las mismas oportunidades, sin importar si se es estrato 1 o estrato 6.
Ojalá las próximas generaciones puedan vivir en una sociedad justa en la que todos nos consideremos iguales y en la que el pobre no sea el “abeja” y el rico estrelle a los demás con “usted no sabe quién soy yo”.
María Camila Corredor García
Especialización en evaluación y desarrollo de proyectos
Universidad del rosario
Si bien es cierto que la moral es un criterio muy importante para establecer o evaluar nuestra sociedad como punto de partida, no podemos centrarnos en que todo está allí, o pretender que ésta sea la causa de los inconvenientes de una sociedad, el criterio de la moral inicial es que es pura, el desarrollo de ésta desde la familia y luego aplicable dentro de la sociedad por el individuo la hace moldeable al querer del individuo.
ResponderEliminarConsidero que la evolución para mejorar no es analizarla desde el punto complejo de cómo venimos, es mirar más allá de lo conveniente dentro lo que se quiere dentro una sociedad y no detenernos en que tiene uno que no tenga otro, para con base en ello lograr una posible igualdad social, ni mucho menos de las reglas que se impongan, ya que éstas las reglas son prioritarias para un buen vivir en comunidad.
Es imposible iniciar indicando que la moral es impura y que de allí nace todas las injusticias sociales, partiendo de la base de que la moral debe ir de la mano con la ética y no contrariar una con la otra; y es aquí donde se debe de analizar si la moralidad es mala y es el fruto de lo que es la sociedad hoy. Es por ello que los grandes pensadores indican que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe, y es aquí que refuerza la tesis que la moral nace pura y bajo dicho postulado, es que los principios básicos iniciales que por desarrollo nos ubica inicialmente en la familia, como principio preponderante dentro de la sociedad y partiendo de ésta, propender que no se desfigure el criterio de moralidad, y no sé de paso a que el de la artimaña, el de nombre o cualquiera que sea su calificativo, sea el mejor dentro de una sociedad, desnaturalizando el deber ser dentro del ámbito moral en una sociedad.
Clarificado o teniendo claro que es lo moralmente bueno, es un punto de partida para de allí fijar pautas igualmente criticas, de que es justo o injusto dentro de un actuar dentro de una sociedad por parte del las personas que pertenecemos a ella. Y si por ello estamos mal o no.
Andrea Carolina Rodriguez Ramírez
Especialización en evaluación y desarrollo de proyectos
Universal del Rosario
Las ya clásicas expresiones de “usted no sabe quién soy yo” o “el vivo vive del bobo”, así como la generación de personas “abeja” o los mal llamados “vivos”, no son si no el resultado de múltiples variables que afectan lo que debería ser una sociedad justa, la cual independiente de las teorías de Rawls, Elster o Nozik debería garantizar un sistema de igualdades y obligaciones que garanticen las mismas oportunidades de crecimiento individual y búsqueda de la felicidad, así como una distribución equitativa de los ingresos, tanto los generados por recursos productivos, por el consumo de bienes personales o artículos así como los generados desde los impuestos, transferencias o subsidios e independiente del peso que cada persona le dé a cada uno de ellos.
ResponderEliminarAhora bien, esa sociedad en teoría justa que debería existir y que en la práctica es difícil de consolidar, debería por lo menos procurar por la menor desigualdad posible , desigualdad que en ultimas genera comportamientos que terminan alimentando un círculo vicioso que hace que se perpetúen comportamientos económicos como el de que más del 20% del ingreso nacional lo acaparen el 1% de los más ricos o el coeficiente de Gini de 0,53 con un promedio en el mundo de 0,35 y que en el caso de Colombia no se correlaciona con el crecimiento económico ya que este decreció ( recordemos que el ideal es 0 y el peor escenario 0,100.) en pleno auge petrolero (2006- 2014) lo que indica que no basta con garantizar crecimiento económico para romper con la desigualdad, la cual genera en los individuos participantes de ese tipo de sociedad , desconfianza personal (en países como Suecia es del 33% y que en países como el nuestro o incluso en Estados unidos alcanza hasta el 70%), justificación de acciones racistas, homofóbicas o sexistas, deserción escolar, mayor corrupción al querer corregir la inequidad o garantizar otro elemento que genera dicha desigualdad que es el estatus, el cual privilegia esa característica sobre el conocimiento o los méritos, reflejado en las frases ya relacionadas.
Luego mientras exista ese nivel de desigualdad, las posibilidades de convertir ese círculo en virtuoso y que desaparezcan esas expresiones y se extingan los “vivos o abejas” son desafortunadamente muy bajas.
Cordialmente,
Deisy Johana Arias Arias
Podemos citar a Jean-Jacques Rousseau Escritor, Filosofo y Músico Suizo de los años de la ilustración, quien escribió el Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres, donde habla de dos tipos de desigualdad, la ética-Política y la natural o física, centrándose principalmente en la ética, explicando cómo esta es la causante de desigualdad en el poder y la riqueza. Si traemos este discurso a la actual situación de nuestro País, vemos como década a década esta brecha entre ricos y pobres crece cada vez más, alimentando el ego de personas que consideran que al tener un estatus un poco más alto de los demás, están en todo el derecho de creerse más que ellos y usar frases como ¨ usted no sabe quién soy yo¨ a la que los medios de comunicación le han dado gran importancia, dejando ver la intolerancia con la que nos enfrentamos día a día, en una sociedad egoísta y codiciosa.
ResponderEliminarColombia se ubico este año en el segundo lugar como el País más feliz, donde según la encuesta realizada 88 de cada 100 colombianos se sienten felices, y si los estudios demuestran esto, porque la percepción al salir a la calle y encontrarnos con conversaciones como la tratada entre el Autor de este escrito y el taxista son tan comunes, que está pasando? porque cada vez más la sociedad se conforma con solo trabajar diariamente, pensando en que no tendrán mayores oportunidades con las que ya cuentan, que está pasando con el optimismo de mejora? y el objetivo de educar gente emprendedora. Si miramos lo que está ocurriendo por estos días a pocos días de elegir nuevo presidente, logramos identificar que nuestro ¨país esta jodido¨ no solo por la corrupción, que es uno de los principales problema que nos atormentan año tras año, si no la desinformación de la gente y como no toman en serio una decisión tan importante como esta, dejándola en manos de unos pocos, quienes utilizaran su poder para ganar.
Por esto debemos trabajar conjuntamente en la mejora de la educación en nuestro país sin importar que esta sea Pública o Privada, dejando atrás la desigualdad y enfocándonos en el principio de la Ética.
Cordial saludo,
Catalina Torres Pardo
Especialización en evaluación y desarrollo de proyectos
Universidad del Rosario
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ResponderEliminarNo es tarea fácil permear en el pensamiento de alguien con el objetivo de hacerle entender que obrar de manera correcta es lo importante más allá de si el resultado conlleva o no al beneficio propio. Y es un ejercicio que he intentado realizar en un sinfín de contextos con resultados realmente curiosos.
ResponderEliminarEn el Tratado de la Naturaleza Humana (1650) Hobbes afirma que toda conducta humana es auto interesada. Es un precepto lanzado a partir de una serie de supuestos donde se pone en tela de juicio el nivel hasta el cual el hombre, como individuo social, es capaz de anteponer sus preferencias en función de un bienestar comunitario.
Por ejemplo, al participar de la elección de un menú –por plantear una situación de lo más sencilla- entre manzanas y peras, en caso de existir algún participante que presente aversión por alguna de las dos frutas, jamás veremos cambiar su posición aun cuando dicho individuo conozca de antemano que todos, a excepción de él, prefieren la fruta que él detesta. Y es que es algo apenas lógico si, finalmente, la decisión tomada afectará de manera directa su satisfacción personal.
Ahora bien, si extrapolamos este planteamiento a un plano menos rupestre y sensorial, a uno que, de hecho, involucre alguna clase de intercambio de justicia y equidad, vemos que al final la situación no será del todo disímil. Y es que cualquier persona que esté en una situación de clara desventaja intentará a como dé lugar salir de ella. Incluso si es a costa de los demás. Y he aquí la joya de la corona moral, -porque de evaluar dicha posición desde una perspectiva darwiniana, podríamos asemejar la situación a un claro ejercicio de selección natural en medio de una jungla de concreto-
Las preguntas a formular son entonces ¿cómo estamos tomando decisiones? ¿Qué es lo que realmente nos motiva a tomar las decisiones que tomamos? ¿Somos acaso capaces de evaluar las implicaciones que traerá a los demás el tomar una particular decisión? Porque la realidad nos muestra que la cuestión ya poco tiene que ver con niveles de educación o de acceso a bienes y servicios de calidad, es una enfermedad de consumo y ego que ha permeado a todos los sectores de la sociedad y que, indudablemente, nos tiene jodidos.
Christian Llanos
Especialización en Desarrollo y Evaluación de Proyectos
Universidad del Rosario
Al leer el artículo, la frase que quedó en mente fue "El velo de la ignorancia". Me he visto tentada a remitirme directamente al autor mencionado y que desconocía hasta este momento. La propuesta de John Rawls es entonces buscar la igualdad en la sociedad, y que prime siempre el bienestar colectivo. El velo debería conseguir que todos ignoráramos la clase social a la que pertenecemos, o como lo dice Rawls "el punto de partida", lo que ocasionaría que desapareciera la lucha por los intereses de unos cuantos y prevaleciera la lucha por los intereses de todos al considerarnos exactamente iguales.
ResponderEliminarMoralmente me pregunto yo misma mediante este articulo y en periodo preelectoral, porque más de la mitad de los colombianos incluyéndome prefieren a un candidato por encima del otro, ¿por temor a perder lo que hoy tenemos?, ¿Este candidato representa realmente nuestras ideas?
Es aquí en donde se me viene a la mente lo escrito por Rawls en la teoría de la justicia sobre la imparcialidad:
“Él mismo denominó a su teoría justicia como: imparcialidad, apoyado en la idea de que solamente a partir de condiciones imparciales se pueden obtener resultados imparciales”.
Pero es claro que la situación actual en Colombia no es imparcial, existe influencia de factores sociales y eso será muy difícil de eliminar, primero por el simple hecho de que exista la estratificación, y segundo porque en todos los estratos se sabe que hoy en día para trabajar en cualquier entidad se tienen mayores oportunidades si se es de uno u otro partido, o si se es recomendado de alguien.
Desde la premisa de que una oportunidad laboral se consigue mediante una relación social, sin duda alguna que como lo dice el artículo “esto es un país jodido” en donde prevalece la clase social, por encima de las ideas, fallando así la teoría de la Justicia.
Teniendo en cuenta el interrogante de un comentario previo sobre garantizar la calidad de la educación pública, me pregunto si ¿realmente la respuesta estará en garantizar la calidad de la educación, en un país donde la meritocracia se encuentra en vía de extinción?
Hilda Duran Navarro
Especialización en Evaluación y Desarrollo de Proyectos
Universidad Del Rosario
Colombia es una nación atormentada por un sinnúmero de problemáticas que son consecuencia de hechos y comportamientos históricos que se han filtrado y mutado hasta nuestros días. Reducir todas esas problemáticas e intentar hallar un génesis en la moral puede no solo ser una odisea sino también es un trabajo frustrante; pues una sociedad mal educada nunca podrá reflexionar sobre su moral, somos una sociedad carente de Ética.
ResponderEliminarAhora, intentar hacer reflexionar al colombiano sobre su moral es casi una ofensa, en esta nación todos tenemos la razón…sin saber que es la Razón; aquí nadie cede, entre el “usted no sabe quién soy yo” y el “abeja” solo hay una cantidad de capital, manejamos la misma moral, todos convencidos que quien está mal obrando es el otro, incapaces de asumir un error, ahí está el colombiano, saliendo al paso del rebusque y de la oportunidad, sin importar de donde provenga, y en este punto podemos incluir un tercer actor el “cómo voy yo”, el capaz de hacer lo que sea por el dinero y el poder.
El entramado de particularidades morales que constituyen a los colombianos puede ser rastreado en la historia, David Bushnell en una de las obras históricas más importantes para el análisis de la realidad nacional nos dice que “Colombia es una nación a pesar de sí misma”, dejando de reflexión que hemos forjado una nación a las patadas; Fernando Guillen Martínez en la Historia Política de Colombia, nos argumenta como la historia de esta nación es la historia de la oligarquía colombiana. Esto para decir que este es un país que desde sus entrañas coloniales cocina una desigualdad crónica y auto sostenible a las patadas y sin importar las consecuencias.
¿Los colonizadores con su cultura medieval e imperialista? Ó ¿el catolicismo patriarcal? España tiene mucho que ver en este cuento, pero recordemos que muchos caciques se sometieron sin dar la batalla al imperio español. Quienes pelearon en la guerra de los mil días fueron campesinos convencidos enviados por los gamonales, y en la actualidad son los más pobres quienes defienden la propiedad privada.
Sea cual sea la razón histórica y la genética de nuestra falta de Ética no parece haber una solución a la vista, nuestro ego, nuestra soberbia, nuestras ganas de poder y de dinero nos están llevando cada vez más al desconocimiento del otro, y eso no solo sepulta la Ética sino que engrandece a la moral tradicional que no ha dejado progresar a la nación de acuerdo a sus capacidades reales.
Para finalizar podríamos realizar una reflexión para el debate: Si la Ética trasciende en el tiempo y en el espacio y la moral es contextual ¿Por qué Colombia adopta la moral como lo trascendental y la ética como lo contextual?
Angela Gomez Bobadilla
Especialización en Evaluación y Desarrollo de Proyectos
Universidad Del Rosario
Colombia es un país totalmente multicultural, sin embargo con una característica que se ha formado a través del tiempo en todas las regiones y es que abundan personajes "abeja" o "usted no sabe quién soy yo", quienes al llegar a altos poderes fomentan y mantienen un entorno en el que pueden manipular, para que las otras personan validen o justifiquen sus acciones como lo indicado para llegar al éxito. Claramente hay quienes no están de acuerdo pero lo aceptan porque "es algo que siempre ha sido así", al final terminamos siendo parte de lo mismo, en cada una de las cosas más sencillas de nuestra cotidianidad vemos pasar múltiples injusticias, actos egoístas,desigualdades etc., y no hacemos nada porque pensamos que el cambio de una sola persona, no genera un cambio real.
ResponderEliminarA pesar de toda nuestra historia y que parece que a través de los años la desigualdad a aumentado de manera negativa, se puede decir que cada vez más se ejerce oposición y una lucha en las personas menos favorecidas o de quienes quieren poner su voz por este sector de la sociedad, una oposición que ayuda a nivelar estas diferencias, sin embargo son tan precisamente opuestos, que este tipo de personas "abeja" con un discurso totalmente estructurado y conocedoras del mantenimiento del poder desvirtúan este tipo de acciones para mantener estas desigualdades que tanto conviene a pocos.
De esa manera, si queremos llegar a un país más justo, no podemos ni ignorar, ni pensar que nada va a cambiar, ni ir en contra de este tipo de personas, debemos actuar de una manera ética en cada aspecto de la vida, a través de pequeños cambios, no validar o compartir acciones del tipo "usted no sabe quién soy yo" por más chistoso que parezca, o debemos mostrar aceptación o admiración a alguien quien no actúa éticamente, y que se da privilegios sin merecerlos. Bajo ninguna circunstancia un país que haga honor a la injusticia va a dejar de estar jodida, hacer honor a la injusticia riéndonos de acciones poco éticas, eligiendo a los mismos de siempre, no preguntarnos sobre lo que podemos hacer por quienes más lo necesiten, aceptando las desigualdades en cada aspecto de nuestra vida.
Definitivamente, la educación sería la herramienta más importante, porque además de toda nuestra cultura heredada, la falta de conocimiento es la mejor herramienta para el mantenimiento del status "usted no sabe quién soy yo".
Santiago Rubio Gómez
El pueblo colombiano vive una realidad cuestionable, la cual estoy seguro muchos somos consientes de ella. Pienso que la mayoría los habitantes de nuestra nación tienen una visión muy individualista y miope que obstaculiza de gran manera el desarrollo. Esta se acopla mucho a la frase "sino me afecta no me importa" y lo que no vemos es que a corto plazo pueda que no nos afecte, pero en realidad a nuestro barco le va entrando agua poco a poco de manera que pueda que sea difícil de percibir pero que terminará resultando en algo que no deseamos. El resultado de esto ya se ve reflejado en todos los casos de corrupción que se han venido destapando, que pienso que han llamado la atención de los colombianos por la indignación y la frustración constante que se ha venido acumulando. Esto ha despertado en las personas un ojo más crítico acerca de lo que pasa en el país en materia de corrupción.
ResponderEliminarEl tema es, ¿cómo se puede solucionar esto?
Es fundamental la inversión en educación en todos sus niveles debido a que un el nivel educacional del país es precario frente a otros. Sin embargo, hay una traba desde los eslabones más altos del poder, que puede relacionar con la famosa frase “un pueblo ignorante es un pueblo fácil de dominar”. A lo que me refiero con esto es que a los políticos no les conviene tener un pueblo ilustrado. Porque de esta forma se les facilita seguir realizando sus “jugadas políticas” para beneficiarse individualmente a costillas de los recursos públicos.
Es poco probable que los políticos corruptos, fortalezcan el sistema judicial del país. Para que castigue fuertemente los actos de corrupción, por obvias razones... no van a morder la mano que los alimenta. Por esta razón necesitamos gente más educada, gente con ambiciones políticas reales y no lucrativas. Esto puede lograse con más educación para que aquellos que no tienen la oportunidad de educarse algún día puedan llegar al poder y hacer un cambio en el sistema judicial con el fin de mitigar la corrupción paulatinamente. Es una propuesta ambiciosa y a largo plazo, pero creo que puede ser una cura real a la enfermedad social llamada corrupción que afecta de gran manera al pueblo colombiano
Samuel Torrente
CESA
Una inquietud notable en la sociedad y su análisis político, es la inminente tensión y complejidad entre la integración y la diferenciación de la sociedad, situación de la que no escapa mi Colombia querida. La integración y retomando sus palabras para referirme al tiempo como “…doloroso proceso histórico que hemos vivido durante décadas…” ha sido de manera segmentada y selectiva, sin un centro.
ResponderEliminar¿Cómo podría existir un vínculo entre ambas y vibrar en armonía? Se añora entonces para la descendencia de nuestro país la idea de un orden coherente e integrado bajo un solo principio funcional y esta propuesta requiere de desarrollar instrumentos que permitan superar las limitaciones de esa noción tradicional heredada para construir un eje ordenador claro entre complejidad social y la diferenciación que logre integrar las innumerables conexiones del sistema y entornos, por ende, mejorar los déficits en la interpretación de las relaciones. Sin embargo, sin duda alguna para que todo este poema sea realidad somos cada uno de nosotros, los colombianos quienes iniciamos el cambio, debemos luchar por recuperar los valores, olvidar el egoísmo y dejar esa semilla en las futuras generaciones. Hay que afectar el interior para ver como fluye todo en el exterior, para finalizar cito al político, abogado y pensador indio Mahatma Gandhi: “Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo.
Isabel Cristina Castañeda Vásquez
MEGP - UIS
El principal problema de que en Colombia estemos jodidos es que los colombianos tenenos doble moral, nos dejamos comprar por dinero o por algo material, le ponemos precio a nuestra dignidad.
ResponderEliminarDesafortunadamente los que tienen mas dinero compran cualquier institucion o persona para su beneficio.
Somos muy inteligentes pero esa inteligencia la usamos para hacer el mal, nunca pensamos en hacer el bien a las demas personas.
NO nos comprometemos con nuestro pais, no lo cuidamos, no lo valoramos, no lo hacemos respetar en todo momento.
Buscamos siempre hacerle trampa a las leyes y creemos que estamos siendo muy vivos y que los que no lo hacen son los bobos.
Realmente necesitamos mas educacion, compromiso, valores y etica cada uno de nosotros para cambiar nuestro hermoso y valisos pais.
Idany Hurtado Ariza
Especializacion en gerencia de proyectos de servicios con TIC
URosario
Lastimosamente hemos crecido individualistas porque estamos pendientes de la seguridad que nos aqueja y así mismo desconfiamos en quien no conocemos lo cual nos hace perder en parte la humanidad.
ResponderEliminarAdicional cuando tememos oportunidades de mejora nos enfocamos en nosotros y en nuestros más cercanos sin tener en cuenta que algunas personas lo necesitan más que uno mismo.
Algunas persona solo nos enfocamos en nuestro día a día y nuestro corre corre de ciudad que nos negamos el conocer quién está a nuestro lado.
Podemos desde nuestra casa o desde nuestra familia empezar a quitar esos sesgos y ayudarnos mutuamente.
Empezar desde nuestro trabajo cediendo el conocimiento que tenemos sin pensar que si lo doy voy a ser reemplazado fácilmente sino lo que esto como persona o como funcionario me lleve a crecer.