jueves, 25 de mayo de 2017

Nuestra sociedad no necesita a los políticos

                                           Fuente: http://www.birgrupyazar.com/kuru-siki-hayatlar/


Cuando nos referimos a las actividades de quienes rigen o esperan regir los asuntos públicos, nos vienen a la cabeza todo tipo de perspectivas centradas en lograr una mejor sociedad,  garantizando que cada uno de los individuos que la conforman, sea capaz de lograr sus expectativas y que por esta vía, tenga la posibilidad de alcanzar un estado de felicidad razonable. Esa, naturalmente, es la lógica del deber ser de la política, la cual en el caso de Colombia y de un sinnúmero de países en el mundo, dista mucho de lo que pasa en la realidad.

La culpa de una diferencia tan marcada entre el deber ser y lo que es, está enquistada en un conjunto de imaginarios que a lo largo de los años, han venido posicionándose en nuestras sociedades, hasta el punto, de que muchas personas creen que no es posible concebir un entorno de poder público diferente al actual, sienten que la lógica política contemporánea es producto de un estado natural social que no puede modificarse, al cual todos indefectiblemente tenemos que acostumbrarnos.

Lo cierto es que los políticos, un grupo minoritario de personas, se han encargado de hacernos pensar de esta manera, a través de siglos de decisiones amañadas nos han convencido de que son necesarios para mantener el equilibrio social y satisfacer nuestras necesidades.  Tan falsa es esta posición que históricamente, buena parte de su tiempo, lo han invertido en discursillos focalizados en tratar de defender lo indefendible y mantener un conveniente status quo.

Lo interesante del caso es que las nuevas generaciones “no comen cuento”, a partir de los millennials, el mundo está conformado por un conjunto de personas críticas capaces de identificar las fallas sistémicas de los modelos políticos, económicos y sociales que  nos han regido durante años. Por primera vez en siglos estas personas son capaces de acceder alrededor de todo el mundo, de manera irrestricta, a volúmenes ingentes de información, puntos de vista, teorías, paradigmas etc; y lo más interesante de todo, es que tienen la capacidad necesaria para unir los puntos y darse cuenta de que “el tigre no es como lo pintan” las personas que en la actualidad rigen nuestros destinos. 

Lo claro es que como sociedad estamos en un proceso de transición hacia un paradigma político diferente, al cual nos dirigimos caminando pero algunos creemos que es necesario empezar a correr. Es evidente que YA NO NECESITAMOS A LOS POLÍTICOS, que actualmente toman decisiones sobre nuestras vidas.

Quién puede necesitar individuos egoístas que piensan más en su propia conveniencia que en el bienestar del pueblo que los eligió directa o indirectamente. Se trata de personas que ven en lo público una carrera por la que se mueven en el marco de una especie de gueto, a costa de tomar decisiones que preservan los intereses de aquellos que tienen injerencia en su proyección profesional, aun cuando vayan en contra del bienestar de la sociedad. Operan como una especie de logia que preserva a toda costa los intereses de sus miembros, pero a la que le tienen sin cuidado las afugias de nuestra golpeada sociedad. Muy al estilo de la mafia siciliana de antaño, concentran su gestión en hacer favores que después alguien debe pagarles y en recompensar a aquellos que en algún momento de su vida les ayudaron a avanzar en el marco de su crecimiento político. 

No obstante puedan haber alcanzado niveles educativos altos, en general se trata de personas poco técnicas, escasamente estructuradas, cuyo único mérito radica en su capacidad para relacionarse con la logia indicada y entender los mecanismos para evitar ser expulsados.

Quién puede necesitar personas que no construyen su agenda política en torno a la solución estructural de problemas sociales, sino alrededor de propuestas que preservan los intereses de los grupos económicos más poderosos, los mismos que son capaces de pagar ingentes sumas de dinero para venderle a los votantes “el candidato indicado”, mediante la implementación de despiadadas y mentirosas campañas de marketing.

Quién puede necesitar dirigentes completamente ajenos a las realidades del pueblo sobre el cual toman decisiones, que viven en entornos ideales separados, amén de que ellos mismos se encargan de solucionar primero sus necesidades, priorizándolas por sobre las de sus votantes, es decir, se concentran exclusivamente en garantizar la erradicación de sus propios sufrimientos olvidándose del dolor del resto de la sociedad.

Por qué íbamos a querer ser dirigidos por habladores de oficio, cuyo principal mérito es dar discursos, aparecer en fotografías y figurar en redes sociales.  Personas capaces de anteponer un evento político a una reunión técnica cuyo propósito es diseñar la solución efectiva a un problema social; que privilegian una rueda de prensa sobre un ejercicio de gerencia serio, que garantice el correcto funcionamiento de las organizaciones que dirigen; que prefieren abrir eventos en los que participan las mismas con los mismos pertenecientes a su séquito político, antes que trabajar concienzudamente para sacar adelante proyectos que mejorarán el bienestar de los más desfavorecidos.

Quién podría pensar que para nuestra sociedad es útil contar con políticos que mandan al traste la efectividad de las organizaciones que dirigen, llenando sus cargos con individuos que poco o nada conocen de la técnica necesaria para garantizar el logro de sus objetivos misionales, con aspirantes cuyo único mérito es respaldar a toda costa al integrante del gueto que en su momento pudo llegar a un cargo de decisión. 

Quién querría en su entorno personas con un hambre ingente de riquezas, capaces de utilizar la posibilidad de regir nuestro destino, para venderle al mejor postor la decisión que más le  convenga, aún en desmedro del bienestar de la mayoría.

¿Habrá alguien que necesite personas tan dañinas para una sociedad como la nuestra? Si todos estamos de acuerdo en la respuesta, ¿por qué permitimos que sigan plagando la realidad política de nuestros países? De inmediato podemos tomar la decisión de condenar su existencia, tenemos la posibilidad de dejar de votar por ellos, podemos restringirles la entrada a nuestros entornos cotidianos, hacerles sentir a través de todas las estrategias posibles que no son bienvenidos y que a partir de la fecha son proscritos en una sociedad que tiene la voluntad de garantizarse para sí misma una lógica política completamente diferente.  

24 comentarios:

  1. Desde el punto de vista de los hechos históricos y en general desde la percepción en Colombia es válido afirmar que “YA NO NECESITAMOS A LOS POLÍTICOS “. En mi opinión lo que se necesita son nuevos modelos de organización política, que permitan atreves de mecanismos de participación general e incluyente identificar y focalizar acciones tendientes a resolver problemas de la sociedad en su conjunto. Poder identificar qué tipo de sociedad quieren los colombianos, para que a partir de allí se puedan crear políticas públicas con objetivos claros y que perduren en el tiempo. Derivado de esto, se debe entonces crear un grupo de personas capaces, convencidas y dispuestas a que se llegue a estos objetivos. El nombre que se les puedes atribuir seria entonces irrelevante, pues se podrían llamar: Políticos, jefes, gerentes o ejecutores. Lo importante es lograr el tipo de sociedad que se quiere, unos de los retos más grandes de las actuales y venideras generaciones. Comentado por : Wilson Fernando Baron Sabogal.

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  2. Merlin Mirley Moreno Palacios29 de mayo de 2017, 11:17

    Me atrevería a decir que la afirmación real que debería tener por titulo el articulo no es que "nuestra sociedad ya no necesita a los políticos", en realidad nuestra sociedad no necesita a los politiqueros (quizás algunos no estén familiarizados con este termino, pero se refiere a una persona que utiliza la política para obtener únicamente beneficios personales sin importarle el bienestar colectivo). normalmente atacamos a los políticos, personas que nosotros mismo ponemos en el poder, pero no tomamos el tiempo de pensar que estamos haciendo mal como ciudadanos. muchos ni siquiera acudimos a las urnas a votar y muchos otros acuden a las urnas sin pleno conocimiento de por quien votaran. si bien el problema de Colombia no se puede analizar como un todo, porque Colombia ademas de ser multietnico y pluricultural, "cosas lindas que le vende al mundo", tambien presenta diferentes problemas políticos dependiendo de la región. por ejemplo puedo dar fe del problema del departamento del Chocó, en donde en muchas regiones los habitantes no tienen derecho a ejercer el derecho al voto porque llegar a sus comunidades se convierte en un problema para el gobierno, o quizás no le interesa, también existen comunidades en donde los grupos al margen de la ley ejercen presión por X o Y candidato. lo que es real y es un denominador común en todo el país es el tema de la corrupción, problema que muchas veces quieren asignar a unos cuantos, cuando en realidad la cadena de corrupción tiene tantos eslabones que es lo que impide romperlas. confío en las nuevas generaciones que cada vez son mas conscientes de la importancia de buenos políticos, personas comprometidos con la comunidad, que conozcan los problemas de estas y que trabajen en pro de la misma.

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  4. En una sociedad pluralista donde cada día vemos como a pasos agigantados el mundo va evolucionando y requiere de personas líderes capaces de enfrentar la realidad desde una visión holística y no simplemente desde un fin efímero y egoísta; vemos como la sociedad y las personas que la dirigen pareciera estar estancando o dando círculos viciosos donde una y otra vez se repiten patrones que a fin de obtener los propios intereses, los dirigentes de países y naciones como la nuestra han estigmatizado a los políticos como clase "dirigente" que vela por el bien común de una sociedad o nación.
    El mantener un equilibrio social no puede estar basado en que unas pocas personas con "ciertos" privilegios se apropien de un sistema económico, político y social y nosotros estemos acostumbrados a que no exista otra posibilidad pueda hacer de nuestras sociedades mejores y más igualitarias. El fin en sí mismo del poder sin pensar en el principio de la alteridad es la causa de sociedades desiguales cómo la nuestra. Querer erradicar a los políticos quizá sea luchar en contra de unos principios arraigados que hemos heredado de generaciones pasadas, sin embargo la sociedad y el mundo entero clama por un principio fundamental igualitario.
    Ser político y hacer política son dos términos que distan del fin en sí mismo. El ser humano es político por naturaleza, pero querer hacer política y establecer unas condiciones que prevalezcan sobre otros es distorsionar la imagen de ser humano; en ese orden de ideas "NO NECESITAMOS A LOS POLÍTICOS", si estos no tienen claro que antes de "dirigir" o tratar de hacer mejora un país, debe prevalecer su naturaleza al reconocer en el otro el porque está ejerciendo ese título que le fue otorgada sea por mérito propio, o por ser de determinada clase, lengua, pueblo o nación y simplemente ha prevalecido ese apellido a veces sin merecerlo.

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  5. En esta época donde tenemos las herramientas para estar enterados de lo que sucede a nuestro alrededor y es posible estudiar la historia que ha venido entablando la política en Colombia, se puede evidenciar que a varios de los gobernantes que hemos tenido no les interesa la participación de nuevas ideas y/o participantes, los cuales no estarían buscando sus mismos ideales y no apoyarían a que lleguen a ser elegidos tal vez ni posibles candidatos; A los politiqueros no les interesa que los ciudadanos participen, prefieren la “torta” para ellos solos; razón por la que se debería dar un cambio misional estratégico a la política en Colombia, donde no siempre estén los mismos personajes bajo los mismos lineamientos, esto no lleva a ningún cambio, pero si a la conclusión de que no necesitamos políticos, necesitamos líderes que luchan por un bienestar social e igualitario no solo para una minoría o para sí mismos. Se debe ir buscando una participación ciudadana masiva donde se refleje una sociedad que piensa y que puede buscar un cambio verdadero para este país
    Comentado por Mónica Zafra

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  6. No es que nuestra sociedad no necesite los políticos, considero que nuestra sociedad no necesita el tipo de políticos que tiene. Partiendo del termino de política siendo este el arte de gobernar y que señala el ideal como una doctrina donde su acción y objetivo es el bien común; por lo tanto un político es la persona que ejerce la política y tiene la capacidad de influenciar a otros a partir del ejercicio de su poder publicó, esto en términos conceptuales e idealistas, actualmente Colombia tiene un sistema político pluralista dentro del cual hay diversidad de partidos en igualdad de condiciones y garantías otorgadas por la Ley, este pluralismo es la base fundamental de la democracia, que no ejerce un número considerable de personas, por lo tanto como participes de una sociedad es necesario entender que el ejercicio y el concepto de política actualmente está enmarcado por una serie prácticas culturales en donde se ha desviado y transformado el termino y su ejercicio, tal cual como se describe en el blog, una sociedad conformista en donde no hay un interés por un cambio y son muy pocos los ciudadanos que actúan para un verdadera transformación. Por lo tanto la responsabilidad está en los ciudadanos consientes de esto quienes tienen la tarea primero de identificar la necesidad de cambio y segundo promover masivamente soluciones que permitan introducir al sistema pluralista individuos consientes de ejercer una política verdadera.

    Daniela A. Cortés Castro

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  7. Entendiendo que Armando titula la entrada del blog "Nuestra sociedad ya no necesita a los políticos" no como una afirmación que ha de tomarse de forma literal sino que se refiere a la necesidad de un cambio profundo en el panorama político actual colombiano; es preciso estar de acuerdo dado que de otra forma se estaría desconociendo de manera absoluta la realidad. Pero más allá de exponer un problema que a todas luces es causante de muchas de nuestras desgracias, es necesario preguntarse por su causa raíz y es aún más importante proponer una solución. La política es y será necesaria mientras seamos seres sociales; pero como bien menciona el autor, lo atípico e insano es la brecha que existe actualmente entre lo ideal y lo factual, es decir, entre como dice Armando "el deber ser y lo que es"; pero ¿cuál es la causa de esta situación?, evidentemente y como la historia nos narra, el origen del problema no corresponde siquiera a este siglo, se remonta muchos años atrás y está atado de forma inseparable la concepción errónea de lo que significa ser un político o un dirigente; tradicionalmente asociamos a la clase política con la nobleza, aquella a la cuál estuvimos subyugados en tiempos coloniales, esa que actuaba a conveniencia y que así como la aristocracia actual, aprovechaba la ignorancia como su principal benefactor.

    Pero además de la ignorancia, actualmente esa clase "superior" ha encontrado un aliado más que es más difícil de superar que el primero y es la indiferencia. La ignorancia es mucho más fácil de vencer en la sociedad de la información en la que vivimos, en la que el conocimiento y el acceso a este son universales; pero la indiferencia es mucho más compleja, porque no se supera con un título universitario, ni aún con un posgrado; requiere de un esfuerzo mayor y además un esfuerzo común.

    Por eso el alivio de este lastre no se limita a estar informado o a informar; sino que requiere de una iniciativa común que derive en que pasemos de ser actores pasivos que conocen el problema, a protagonistas activos de nuestra propia historia, que transformemos a la política en el bastión del pueblo para el pueblo.

    Oscar Rincón

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  8. Nuestra sociedad si necesita de política. Requiere de un grupo de personas con una ideología en la que prime el bien común sobre el privado , en la que se protejan y se vele por las garantías de una población sin importar su vertiente ideológica , en la que se deje a un lado el interés particular , en la que se conciba un sistema de oportunidades y de condiciones para todos y que cambie la percepción negativa que nos han impuesto un pequeño grupo de personas que nos venden la idea de mantener un equilibrio social en una sociedad desequilibrada .

    Para encontrar culpables de nuestra sociedad corrupta, sin ideales comunes, sin protección a nuestros derechos y sin oportunidades solo basta con recordar nuestros últimos gobernantes y políticos que han llegado al poder a través de nosotros. A fin de cuentas, en nuestro sistema ¿Quién más los elige?. La culpa si es de los políticos que toman decisiones ajenos a la realidad, que venden sus ideas por intereses de grupos económicos y que se jactan de sus “logros” a través de discursos enredados, pero, también es de nuestra sociedad individualista, neoliberal, amnésica, deshonesta , indiferente y fácilmente influenciable.

    No basta con derrocar a un grupo de personas que ha llevado al país por las malas sendas económicas, políticas y sociales sino se trabaja por la educación, el desarrollo de un pensamiento y de un criterio propio de todos los que conformamos nuestra sociedad. Que puedan tomar decisiones a través de sus propias ideas, que generen sus expectativas individuales con la política de no primar sobre el bien común y que se garantice el desarrollo de una sociedad encaminada a un mismo objetivo. Estoy de acuerdo con su idea, hoy tenemos la información del mundo en nuestras manos y esto facilita el desarrollo de un pensamiento diferente a lo que siempre nos han vendido los políticos a través de medios de comunicación adquiridos por los grandes grupos económicos y manejados por personas que buscan su propio interés. Sin embargo, debemos ser cuidadosos en seleccionar la información que nos permita construir un pensamiento y no derrumbar una idea por entrar al negocio que los medios nos han vendido hasta hoy …

    Por: Juan Sebastian Mendez B.

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  9. Daniela Rodriguez30 de mayo de 2017, 9:49

    La necesidad de un Estado que regule las relaciones entre los ciudadanos surgió con la idea de Estado de Hobbes (el leviatan). Según Hobbes, las causas del nacimiento de este son: la inseguridad a la que se ven sometidos los seres humanos en estado de naturaleza, y la razón, que comprende la existencia de leyes pero, al mismo tiempo, observa que dichas leyes no se cumplirán sin un poder coercitivo, público, respaldado por la fuerza y capaz de castigar a los infractores. Sin embargo, el fin propio del Estado no se cumple gracias a quienes lo gobiernan, personas que desde su legislación no entienden las necesidades del pueblo, y sin este entendimiento no gobernará de la forma apropiada.

    Es por esto, que como bien lo describe el titulo "nuestra sociedad ya no necesita los políticos" surge la necesidad de tener políticos que entiendan las necesidades de los ciudadanos para gobernar en pro de la sociedad. Asimismo, necesitamos ciudadanos más conscientes al momento de elegir a sus gobernantes, educándose sobre la propuesta que estos tienen para mejorar las deficiencias de la sociedad. Hoy en día, esta educación no es imposible, gracias a la información que podemos acceder a través de diferentes medios (virtuales, bibliotecas, entre otros).

    Con esto si estamos informados, y tenemos conocimiento de lo que nuestros posibles gobernantes proponen, podemos hacer una iniciativa popular para que estos cambien aquellas propuestas que no logren resolver un problema social.

    Daniela Rodríguez Garzón

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  10. Sí bien es cierto que el profesor ARDILA hace una descripción detallada del típico político colombiano, cuya conclusión irrefutable es su falta de necesidad, se debe precisar que nuestro país requiere con urgencia es POLÍTICOS-y aunque pareciese una contradicción, nunca ha sido mas grande la necesidad de verdaderos políticos en nuestro país, la cual es solo superada por la necesidad de memoria política y patriotismo.

    La descripción del Político Colombiano, que hace tan elocuentemente el autor, se puede llamar una engendrada dentro de los problemas estructurales de nuestro país, el cual tiene como cimientos la corrupción y el absentismo del pueblo. Concordamos con lo que dice el autor, la generalidad de nuestros políticos-personas que tenemos sentadas redactando las leyes, que rigen cada aspecto de nuestras vidas-es que son personas de "poca técnica" (debió decir de poca vocación y estudio) los cuales en muchos casos, ni saben hacer su trabajo (no olvidemos el escándalo de la reforma a la justicia donde nuestro futuro presidente, Simón Gaviria confeso haber leído por "encimita" tan importante proyecto) o simplemente responden a intereses personales (en palabras no pronunciadas por Otto Bula, no se debe olvidar que se debe recuperar la "platica" de la campaña). Este es el político que no necesitamos.

    Si Bien es cierto que Colombia es una estado social de derecho en donde prima la democracia, la cual definimos acudiendo a las eternas palabras de A. Lincoln, "Un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo." Sin embargo,¿Que hacer cuando el pueblo, no le interesa quien sus gobernantes son? según un estudio realizado por la Registraduria Nacional del Estado Civil, en las ultimas nueve (9) elecciones presidenciales el país a presentado en promedio un absentismo electoral del 54%; en el caso del congreso, la tasa es un alarmante 65%.

    por otro lado, la nuestra historia política en Bogotá,para no ir muy lejos, nos ha enseñado que los ciudadanos no tenemos memoria política. En Bogotá, durante su primer mandato como alcalde de Bogotá (1998-2000) la administración de un alcalde firmo un contrato para la fase 1 del Transmilenio que eventualmente resulto en un detrimento de aproximadamente 75 mil millones de pesos derivado del remplazo de 7500 Losas de transmilenio-sin embargo, lo volvimos a elegir.

    Por otro lado, es un coloquial dicho entre la población, que Colombia es gobernada por las mismas familias, lo cual es tenebrosamente acertado (tenemos los Santos, los Lleras, Pastranas, entre otros).

    es imposible no estar de acuerdo con el autor, pero no se puede olvidar que la política, como la ciencia que estudia el "poder," cuya finalidad debe ser el bien común, es indispensable en una sociedad como la nuestra. Si no fuese así, no habría manera de tomar decisiones (la democracia directa funcionaba en la Polis griega, pero es poco eficiente en una estado cuya población oscila en los 40 millones de personas).

    NO necesitamos nuestros políticos, necesitamos políticos, que realmente tengan preparación y cuya vocación sea servir, tal ves, eliminando todo tipo de compensación y fortaleciendo los procedimientos disciplinarios y sancionatorios en contra de los miembros del congreso (eliminado el fuero), seria menos llamativo estos cargos.

    La solución no es fácil, pero se debe comenzar por sensibilizar a la población de la importancia del voto y el derecho a elegir, especialmente sobre como no se debe vender por una teja o un tamal. hasta que evolucionemos políticamente como sociedad, estaremos destinados a cumplir con las famosas palabras de W. Churchill, y seguiremos mereciendo los lideres que tenemos.

    Fadia Forero Figueroa

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  11. Actualmente, la política es una de las ‘mercancías’ que más se mueve en la sociedad; el mejor oferente obtiene los votos, y quienes negocian los sufragios no tienen derecho a reclamar nada de aquellos a los que eligen. Lo terrible de todos estos intercambios es que los contratos estatales de la salud y la educación, son los que subsidian las ansias de poder y riqueza de los que ven en la democracia un trofeo lleno de oportunidades para utilizar en beneficio propio. Lo cierto es que la compra de conciencias no había llegado al extremo que hoy nos estropea, y mucho menos había sido manejada con semejante desvergüenza.

    Por esta razón, estoy de acuerdo con Armando con el título del articulo ¨NUESTRA SOCIEDAD NO NECESITA A LOS POLÍTICOS¨, lo que necesitamos es que aprendamos a buscar soluciones conjuntamente. Con esto quiero resaltar la importancia de que la sociedad considere a todos sus ciudadanos como miembros de la misma, sin exclusiones ni discriminaciones. Y quiero recalcar que la búsqueda de soluciones con la cooperación conjunta de los más heterogéneos grupos, presume algo fundamental pero que ya no sabemos hacer: discutir racionalmente, valorar la importancia de los argumentos, entender y escuchar los razonamientos del otro, entender que el diálogo permite encontrar soluciones sin acudir a la violencia.  

    Ana María Silva Pérez

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  12. Siempre me he cuestionado como sería nuestra sociedad si todos hiciéramos las cosas correctamente, y no hablo de hacer correctamente las cosas desde una perspectiva subjetiva, sino con el simple hecho de seguir las normas y conductas necesarias para que esta sociedad se encamine a un sentido más lógico, con más tolerancia y más respeto con los demás.
    Usted toca un tema muy interesante, habla de nosotros los millennials, personas que ya no “comen cuento” a los discursos de estos políticos y sí, estoy totalmente de acuerdo y esto se logró ver perfectamente con el tratado de paz dirigido por nuestro presidente actual Juan Manuel Santos, aquí no importaba si este señor, de la alta sociedad capitalina, que toda su familia ha sido tan influyente en la vida política de este país y de medios de comunicación como lo es el Tiempo, lideraba o no la paz en Colombia, ni tampoco nos importaba si nuestro “querido” ex presidente Álvaro Uribe Vélez se oponía una y mil veces más a un tratado que para él era una total impunidad, porque nuestro problema actual es que ahora llamamos “oposición” a cualquier discursito en contra de nuestro gobierno actual. Todos estos jóvenes marcharon y se quedaron hasta las últimas pidiendo la paz de Colombia, aquí no importaba quien lo firmara, la juventud ya no quería vivir en una sociedad llena de violencia.
    Por otra parte, nuestro problema político también se ha derivado es seguir eligiendo una y otra vez los mismo apellidos por décadas, acá nuestras opciones son muy limitadas y lamentablemente somos un país donde la mayor parte de sus habitantes son pobres y que se dejan comprar con un plato de lechona. Desafortunadamente yo he estado involucrada en esta mala onda, un día por medio de una amiga y para ayudarle a hacer campaña a un político de quinta, este regalaba lechona por donde quiera, íbamos a los barrios más vulnerables de Bogotá, allá estaba yo solo por ayudarle a mi amiga, pero me sentía tan poco útil socialmente porque yo hacía parte de una campaña poco objetiva, ayudándole a ganar votos a un señor que ni de sus propuestas sabía.
    Sin embargo, creo que hay que entender un poco la naturaleza del ser humano porque así somos, egoístas por naturaleza, la envidia nos corrompe, somos cero tolerantes, nos dejamos llevar por las emociones y siempre buscamos nuestro beneficio propio. No pretendo con esto justificar todas las acciones de nuestros políticos, porque lo que realmente necesitas una sociedad es un líder que sea del pueblo y para el pueblo y desafortunadamente los pocos que han esta sobre esta línea de pensamiento, los han callado con la muerte, porque lo que necesitamos son nuevas caras, nuevas oportunidades y dejar de seguir esa línea de burguesía que nos han dirigido por décadas.

    Rocio Hernández Kopp

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  13. En la actualidad el término política ya todos los asociamos con corrupción ,malos manejos y siempre que damos el voto pensamos que la persona que pase al cargo no llenará nuestra espectativas, pero aun así seguimos votando por los mismos sin ideas nuevas ,me pereció interesante del tema es las nuevas generaciones que ya no me cuento con lo que pasa en país, un ejemplo claro es Venezuela la mayoría de personas que salen a protestar son personas jóvenes que no están de acuerdo con los malos manejos y decisiones injustificadas que afectan al pueblo , debemos tomas conciencia cuando ejercemos la democracia votar por personas que piensen en la sociedad , no sólo el bien de ellos ,debemos tener conciencia de por quien votamos ya que ellos manejarán los recursos de todos , en Colombia la falta de personas nuevas en la política con ideales distintos ,con metodología de cambio donde construyan un país con una verdadera democracia Mayerli Vargas Sierra

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  14. Efectivamente la democracia en Colombia, y probablemente en America Latina, se encuentra en crisis. Sin embargo no considero que se deba prescindir de gobernantes que representen los intereses de la sociedad. Desde la Grecia antigua se propuso un modelo de gobierno que consiste en la representación de los modelos de sociedad deseables por parte de personas que se consideran como representantes adecuados de ese sentir para la toma de decisiones sobre lo público. En este sentido considero que más que eliminar los políticos se debe formar una cultura política que permita a las generaciones actuales y futuras tener un criterio informado para votar, para hacer seguimiento y veeduría a lo que los gobernantes hacen. Incluso, es necesario formar a las actuales generaciones para que sepan discriminar la información que tan ampliamente circula hoy en las redes sociales y que ha derivado en el fenómeno de la postverdad.

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  16. Me parece muy interesante la propuesta. Con los avances tecnológicos, no solo debemos tener de nuestro lado estos cambios, sino también poder realizar procesos de participación y control ciudadano a nuestros gobernantes, instituciones y entidades. La innovación no debe ser solo para el voto ó los mecanismos de contratación. Sino para participar en los análisis y la toma de decisiones que nos afectan a todos. Es posible que con la ayuda de la tecnología, las personas que son apáticas a participar, lo hagam, aporten y se comprometan con las decisiones.

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  17. Si bien siento cierta empatía con el articulo. Se debe tener presente la dualidad entre un tecnócrata y un burócrata, pues en palabras weberiana se debe tener más que carisma para gobernar y esto es algo que los tecnócratas y la tecnocracia no lo puede brinda.
    Claro esta, no defiendo una posición anquilosada en el poder publico pero si resalto que debe haber un equilibrio entre el "deber ser" y "lo que es" para un político.
    Lo que intento decir es, que la nueva forma de gobernar las instituciones publicas y el poder publico tiene que devenir de las nuevas generaciones pues primero, son mas preparadas y segundo, han aprendido el "know how" de solucionar las problemáticas sociales con enfoques diferenciales.
    En conclusión, debe haber un rechazo social a los extremos (politiquero y tecnócrata) porque son modelos de gobernabilidad inoperantes para la sociedad, pues el statu quo tiende a "amañarse" en formas de gobierno personalistas. lo ideal es consolidad formas de gobiernos participativas, las cuales exijan la participación de la sociedad y los gobernantes para la construcción de soluciones conjuntas a problemáticas sociales, con la finalidad de consolidar una buena gobernanza en un territorio.

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  18. Si bien es cierto que la sociedad no necesita más personas que desangren las arcas públicas y los recursos de un país, con el paradigma que si son políticos y que pertenecen a una familia dirigente a lo largo de los años se encuentran en todo el derecho de hacerlo y de proceder de esta manera. Debemos tener en cuenta que ya tenemos una sociedad más consciente y preparada y no debemos tener personas en el poder que no cumplan con lo mínimo exigido para gobernarnos y así mismo concentrar los esfuerzos de una sociedad en pro del beneficio de la misma. Así que considero que si se debe tener un gobernante, pero no con las características a las que nos tienen acostumbrados las grandes familias de este desangrado y hermoso país.

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  19. Interesante análisis sobre la realidad política y el quehacer político que se vivencia en la actualidad. Estoy de acuerdo con que no se necesitan políticos como los descritos en el artículo: personas egoístas, desinteresadas por los asuntos públicos, deshonestas y corruptas que buscan lucrarse u obtener algún beneficio propio sin pensar en el daño social que causan sus acciones. En Colombia persisten fenómenos negativos asociados con los actores políticos que permean y filtran las estructuras e instituciones de poder estatales con el fin de obtener réditos gremiales, persiguiendo intereses para diferentes sectores o élites locales.

    En este sentido, desde hace mucho tiempo hemos visto como se materializan actos de corrupción, clientelismo y nepotismo en las estructuras estatales que permean a toda la sociedad. Las relaciones desigualitarias que se presentan actualmente se relacionan con prácticas que atraviesan las estructuras políticas y permean negativamente el devenir social de las localidades. Fenómenos como el gamonalismo, el patrimonialismo y la captura de las estructuras administrativas por parte de las élites políticas locales impiden el desarrollo social. Lo anterior genera procesos de exclusión en las esferas estatales, reduciendo la representatividad social

    Por ejemplo, en el país es común que los políticos son escogidos gracias a pactos con mafias y redes clientelares que a partir de prácticas ilegales, coaptan el poder e impiden escenarios reales de participación. Son el clientelismo, la corrupción y la existencia de redes ilegales que generan fenómenos de atraso y abandono estatal. Los políticos acceden al poder mediante el clientelismo político, la compra o intercambio de favores por votos y relaciones asimétricas entre los caudillos y los ciudadanos las que afectan el desarrollo político. Mientras los primeros controlan recursos y bienes, los segundos obtienen beneficios ofrecidos por los gamonales con el fin de dar su voto para apoyarlos en el proceso democrático

    En conclusión, desde una mirada crítica, la sociedad actual está cimentada en relaciones desigualitarias y exclusión que beneficia a los políticos que desean un status quo, gobiernan de manera autoritaria e impiden el surgimiento de espacios de participación real y efectiva de los ciudadanos.

    Personalmente, creo que los escenarios reales de participación democráticos pueden hacer frente a este tipo de políticos que desean perpetuarse en el poder, y usar recursos públicos para su beneficio propio. Usar instrumentos democráticos como el voto de manera consciente e informada facilitan la toma de decisiones colectivas en búsqueda del bien común. Las próximas elecciones nos permitirán medir si seguirá primando las prácticas clientelares negativas para la democracia del país, o habrá un cambio hacia lógicas participativas e incluyentes. Desafortunadamente (y creo que la mayoría de Colombianos pensamos así) pienso que las maquinarias y los fenómenos descritos anteriormente seguirán primando en el plano electoral colombiano.

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  20. Como bien lo dice el título “Nuestra sociedad no necesita a los políticos” ya que en lo personal considero que la política se ha convertido en una especie de farándula en la que prima el vestuario de la primera dama, las indirectas en Twitter de los diferentes funcionarios públicos, los chismes en la W y la FM, que más allá de parecer noticias son una sección más de La Red. Siempre los mismos escándalos de corrupción, los mismos involucrados, las mismas familias… En el tema “político” ya no sé diferenciar si es la Cromos o Semana.
    En este sentido como ciudadanos debemos principalmente centrarnos en la búsqueda de “un Estado de felicidad razonable” y exigir a través de la democracia cambios de paradigmas, donde no ganen los tramposos de siempre, al contrario creo que debemos brindar oportunidad ideas nuevas e independientes. Debemos castigar a través de la participación ciudadana y las redes sociales a las personas que a través del voto abusan del poder y priorizan sus intereses sobre el interés de la sociedad.
    Dejemos de ser personas pasivas, actuemos y participemos para generar cambios.

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  21. La democracia participativa busca no solo que el poder se origine del elector primario, el pueblo, sino que también que se escojan personas dignas de ser electas por su transparencia capacidad y habilidad.
    En países donde el funcionamiento del equilibrio de pesos y contrapesos entre poderes se trastorna, nace la cultura del más vivo, donde por la captura del poder judicial en el poder ejecutivo se instaura el interés individual por encima del social, y por la complicidad entre el poder legislativo y ejecutivo se legisla desde la motivación del interesa y no en búsqueda del bienestar de los gobernados.
    Estas condiciones propician y acentúan que no solo los más capaces y hábiles se alejen de optar por un cargo de elección pública (ejecutivo y legislativo) sino que alinea las condiciones para que personas con intereses particulares sean las que estén dispuestas a desempeñar a postularse y hacer campaña para ser electas.
    Sin embargo, considerando que para evitar caer en la anarquía social siempre será necesario tener un modelo de tres poderes, donde la democracia, aunque imperfecta es el modelo más participativo. La tarea que debemos pensar es como restaurar el equilibrio teórico entre poderes, garantizando su adecuada coordinación y evitando la complicidad y confabulación entre los actores públicos.

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  22. La forma como los mandatarios de las diferentes instituciones que gobiernan el pais, centrando sus esfuerzos en su beneficio propio por encima de la sociedad, hace cuestionarnos si mediante la participación ciudadana, el voto, hemos elegido correctamente a nuestros líderes.

    Considero que hoy en día las personas se dedican es hacer politiquería, creando expectativas de compromisos o propuestas, robando recursos “mermelada” de los recursos que nosotros como ciudadanos pagamos. Como es posible que diariamente los principales diarios comentén solo investigaciones de las malas gestiones realzada por nuestros representantes.

    Podemos afirmar que el artículo es totalmente correcto, no necesitamos más políticos, necesitamos lideres, personas honestas, competentes, con integridad y energía, cualidades que deben demostrar carácter y credibilidad.

    Como conclusión es importante resaltar nuestro rol como ciudadanos es escoger personas que representen nuestros intereses y derechos aportando al desarrollo de la sociedad y búsqueda de un mejor país.

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  23. Diana Laiton

    En un país como Colombia no es justo que los entes de control usen el poder que tienen para promover sus ideologías o imposiciones de acuerdo a sus intereses. Sin embargo, siempre es importante que exista un líder que coordine, imparta justicia y defina normas para el comportamiento de la sociedad.
    Por otra parte, es indebido que el poder del pueblo esté en manos de dirigentes que no piensen en la equidad de los individuos, en sus necesidades y que malgasten los recursos destinados a promover el desarrollo en proyectos que los benefician a ellos.
    Los ciudadanos deben crear conciencia y hacer uso de su derecho al voto, puesto que están dejando en manos de unos pocos el futuro de todos, es entonces, cuando los que tienen poder manipulan la conciencia de los que aún creen en las promesas de un bienestar para los que más lo necesitan.

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  24. Ana María Aranguren6 de junio de 2018, 8:15

    La fotografía que presenta sobre la necesidad o no de políticos en la sociedad, me hace recordar los planteamientos de Max Weber en su conferencia el político y el científico en el cual enuncia que la persona que se dedique a la política tiene dos caminos: vivir por la política o vivir para la política.

    Con vivir por la política Weber entendía que la persona que se dedique a la política solamente se beneficiaba económicamente de esta sin entender que sus decisiones y acciones afectaban a las personas de su entorno y que estas tendrían una repercusión, a diferencia de la persona que vive para la política.

    La persona que vive para la política es aquella que es consiente de de que ser político no es solamente quien se lucra de la política, sino que hace de esta su estilo de vida, en la que entiende que sus acciones tendrán una repercusión sobre los demás y que podrá generar transformaciones.

    Puede sonar altruista el hecho de que una persona pueda vivir para la política y no por la política porque es el reflejo de lo que vivimos día a día en Colombia con la situación en cada una de las entidades de nuestro Estado, las cuales legalmente pueden ser viables pero que al darles vida personas, puede que su espíritu y razón de ser se tergiversen, porque los seres humanos somos imperfectos y fácilmente influenciables.

    Sin embargo, tengo la convicción de que no es necesario que los políticos desaparezcan, sino de que se pueden cambiar las cosas y así como lo menciona en esta entra del blog, hacer que las nuevas generaciones o "millenials" luchen por el cambio que desean ver en su sociedad y que estas mismas generen lazos fuertes con las generaciones anteriores que nos han dejado un sin número de lecciones aprendidas de lo que debemos conservar, lo que debemos mejorar y lo que definitivamente debemos desechar de la escena política, porque la lección que podemos dar como nueva generación es que queremos políticos que vivan para la política y no por la política, que no vean en el oficio del político un escape para satisfacer sus necesidades propias, olvidando la responsabilidad que tienen con la ciudadania, quien en su gran mayoría a depositado su confianza en ellos para ver el cambio que desean y que así mismo tengan la capacidad de administrar y dirigir adecuadamente la institución en la que están ejerciendo su cargo como políticos.

    En conclusión, el asunto de fondo no es si los políticos deberían existir o no, sino que debemos revisar nuestra escala de valores y ser capaces de discernir y ejercer un control social respecto a las acciones de estos políticos que viven por la política e impulsar o atreverse a ser los políticos que viven para la política.

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