domingo, 22 de octubre de 2017

Para mis "sufridos" estudiantes

Fuente: theodysseyonline.com

Seguro todos los días se preguntan las razones por las cuales pretendo imponer reglas inflexibles en mis clases y las circunstancias que me llevan a ser exigente, buscando que se esfuercen para obtener una buena nota. En los siguientes apartes espero explicar algunas de las más importantes, las demás estoy dispuesto a discutirlas siempre que tengan la voluntad de invitarme un café o algo parecido.

Empecemos por la hora de inicio de la clase, durante no menos de 14 años de ejercicio profesoral he empezado y terminado siempre las clases a la hora en punto. En este caso busco honrar el compromiso establecido con la universidad y con ustedes, pretendo decirles que la seriedad con que veamos el acuerdo de iniciar una clase, será la misma con la que enfrentaremos un negocio, un acuerdo familiar, social etc. Iniciar a la hora establecida Implica la manifestación del respeto por las reglas y sobre todo la firme intención de honrar un compromiso con ustedes, con la universidad y la sociedad. Para que entiendan la importancia de un pequeño acto como este quiero que se imaginen un sitio en el que los médicos, los policías, los abogados, los políticos y en general, todas las personas que desarrollan algún rol en la sociedad, de verdad honraran sus compromisos: ¿no creen que sería una maravilla?.

Ahora hablemos de la voluntad de no variar nunca las reglas que se establecen en la primera clase, cada una de ellas es producto de un proceso sostenido de maduración basada en experiencias pasadas, retroalimentaciones de estudiantes que tomaron mis cursos, comentarios de profesores que conocen lo que se imparte en mis materias etc., por lo tanto se trata de reglas justas que se han venido madurando con el tiempo con el propósito de garantizar los mejores resultados pedagógicos posibles. Lo interesante en este caso es que el no variarlas con base en perspectivas individuales, les garantiza a todos y cada uno de ustedes un trato justo y sobre todo igualitario, que les permite tener la confianza de que al interior de la clase todos serán medidos con el mismo racero sin importar su género, nivel socio económico, credo o en general cualquier aspecto que los haga diversos. Lo que quiero expresarles con esta pequeña intransigencia, es la importancia de garantizar una sociedad igualitaria en la que todos seamos tratados de igual manera gracias al imperio de una ley que nadie tiene la potestad de cambiar con el propósito de favorecer sus propios intereses.

Sigamos con la manera estricta de evaluarlos, confieso que al interior de mis cursos no es trivial aprobar y puede ser difícil sacar la máxima nota. Mi responsabilidad con la sociedad es asegurar que quienes aprueban el curso con la mínima nota posible, tienen las capacidades necesarias para aplicar con éxito un conjunto de herramientas con base en las cuales las organizaciones y la sociedad tomarán decisiones importantes. Así las cosas es mi deber garantizar que no aprueben aquellos que por cualquier circunstancia relacionada con una buena conversación a través de WhatsApp, una buena serie en Netflix, desinterés por la materia, los efectos de la rumba, débiles prerrequisitos procedentes de materias anteriores etc.; no lograron la habilidad necesaria para garantizarle a la sociedad un resultado confiable y útil. Antes de juzgar este inflexible punto de vista, piensen en que detrás de una enfermedad mal tratada, de un edificio mal construido, de una organización que se quiebra, de un proyecto innecesario o mal ejecutado etc; hay decisiones de personas como ustedes a las que se les transmitieron al interior de buenas universidades, las herramientas necesarias para enfrentar con éxito toda suerte de problemas, sin embargo todos ellos tomaron la decisión de no estudiar, entender y apropiar aquellos conceptos. Nuestro abollado país necesita buenos médicos, excelentes abogados, maravillosos ingenieros etc; con toda la técnica necesaria en sus cabezas para salvar vidas, lograr un país justo, construir infraestructura durable y en general avanzar hacia una sociedad en la que todo funcione bien.

Para terminar, hablemos de mi desmedida intolerancia hacia la copia y el fraude, quienes me conocen saben que soy capaz de llevar  estos casos hasta las últimas consecuencias. Este tipo de actuaciones, se fundamentan en un irrespeto desmedido por las reglas, suponen salirse con la suya gracias al engaño, alguien que copia o hace fraude seguramente será también deshonesto en una relación contractual y estará dispuesto a sobornar para salirse con la suya, ¿no sería maravillosa una sociedad en la que cada uno logre sus objetivos a costa de la disciplina y el  empeño?.

Después de este pequeño y velado sermón, tengan en cuenta que todo lo que pasa en mis cursos tiene un mensaje que en general está dirigido a conformar un equipo de buenas personas, de férreos principios, con las cuales, estoy seguro, seremos capaces de transformar nuestro bello, pero desorientado país.


jueves, 25 de mayo de 2017

Nuestra sociedad no necesita a los políticos

                                           Fuente: http://www.birgrupyazar.com/kuru-siki-hayatlar/


Cuando nos referimos a las actividades de quienes rigen o esperan regir los asuntos públicos, nos vienen a la cabeza todo tipo de perspectivas centradas en lograr una mejor sociedad,  garantizando que cada uno de los individuos que la conforman, sea capaz de lograr sus expectativas y que por esta vía, tenga la posibilidad de alcanzar un estado de felicidad razonable. Esa, naturalmente, es la lógica del deber ser de la política, la cual en el caso de Colombia y de un sinnúmero de países en el mundo, dista mucho de lo que pasa en la realidad.

La culpa de una diferencia tan marcada entre el deber ser y lo que es, está enquistada en un conjunto de imaginarios que a lo largo de los años, han venido posicionándose en nuestras sociedades, hasta el punto, de que muchas personas creen que no es posible concebir un entorno de poder público diferente al actual, sienten que la lógica política contemporánea es producto de un estado natural social que no puede modificarse, al cual todos indefectiblemente tenemos que acostumbrarnos.

Lo cierto es que los políticos, un grupo minoritario de personas, se han encargado de hacernos pensar de esta manera, a través de siglos de decisiones amañadas nos han convencido de que son necesarios para mantener el equilibrio social y satisfacer nuestras necesidades.  Tan falsa es esta posición que históricamente, buena parte de su tiempo, lo han invertido en discursillos focalizados en tratar de defender lo indefendible y mantener un conveniente status quo.

Lo interesante del caso es que las nuevas generaciones “no comen cuento”, a partir de los millennials, el mundo está conformado por un conjunto de personas críticas capaces de identificar las fallas sistémicas de los modelos políticos, económicos y sociales que  nos han regido durante años. Por primera vez en siglos estas personas son capaces de acceder alrededor de todo el mundo, de manera irrestricta, a volúmenes ingentes de información, puntos de vista, teorías, paradigmas etc; y lo más interesante de todo, es que tienen la capacidad necesaria para unir los puntos y darse cuenta de que “el tigre no es como lo pintan” las personas que en la actualidad rigen nuestros destinos. 

Lo claro es que como sociedad estamos en un proceso de transición hacia un paradigma político diferente, al cual nos dirigimos caminando pero algunos creemos que es necesario empezar a correr. Es evidente que YA NO NECESITAMOS A LOS POLÍTICOS, que actualmente toman decisiones sobre nuestras vidas.

Quién puede necesitar individuos egoístas que piensan más en su propia conveniencia que en el bienestar del pueblo que los eligió directa o indirectamente. Se trata de personas que ven en lo público una carrera por la que se mueven en el marco de una especie de gueto, a costa de tomar decisiones que preservan los intereses de aquellos que tienen injerencia en su proyección profesional, aun cuando vayan en contra del bienestar de la sociedad. Operan como una especie de logia que preserva a toda costa los intereses de sus miembros, pero a la que le tienen sin cuidado las afugias de nuestra golpeada sociedad. Muy al estilo de la mafia siciliana de antaño, concentran su gestión en hacer favores que después alguien debe pagarles y en recompensar a aquellos que en algún momento de su vida les ayudaron a avanzar en el marco de su crecimiento político. 

No obstante puedan haber alcanzado niveles educativos altos, en general se trata de personas poco técnicas, escasamente estructuradas, cuyo único mérito radica en su capacidad para relacionarse con la logia indicada y entender los mecanismos para evitar ser expulsados.

Quién puede necesitar personas que no construyen su agenda política en torno a la solución estructural de problemas sociales, sino alrededor de propuestas que preservan los intereses de los grupos económicos más poderosos, los mismos que son capaces de pagar ingentes sumas de dinero para venderle a los votantes “el candidato indicado”, mediante la implementación de despiadadas y mentirosas campañas de marketing.

Quién puede necesitar dirigentes completamente ajenos a las realidades del pueblo sobre el cual toman decisiones, que viven en entornos ideales separados, amén de que ellos mismos se encargan de solucionar primero sus necesidades, priorizándolas por sobre las de sus votantes, es decir, se concentran exclusivamente en garantizar la erradicación de sus propios sufrimientos olvidándose del dolor del resto de la sociedad.

Por qué íbamos a querer ser dirigidos por habladores de oficio, cuyo principal mérito es dar discursos, aparecer en fotografías y figurar en redes sociales.  Personas capaces de anteponer un evento político a una reunión técnica cuyo propósito es diseñar la solución efectiva a un problema social; que privilegian una rueda de prensa sobre un ejercicio de gerencia serio, que garantice el correcto funcionamiento de las organizaciones que dirigen; que prefieren abrir eventos en los que participan las mismas con los mismos pertenecientes a su séquito político, antes que trabajar concienzudamente para sacar adelante proyectos que mejorarán el bienestar de los más desfavorecidos.

Quién podría pensar que para nuestra sociedad es útil contar con políticos que mandan al traste la efectividad de las organizaciones que dirigen, llenando sus cargos con individuos que poco o nada conocen de la técnica necesaria para garantizar el logro de sus objetivos misionales, con aspirantes cuyo único mérito es respaldar a toda costa al integrante del gueto que en su momento pudo llegar a un cargo de decisión. 

Quién querría en su entorno personas con un hambre ingente de riquezas, capaces de utilizar la posibilidad de regir nuestro destino, para venderle al mejor postor la decisión que más le  convenga, aún en desmedro del bienestar de la mayoría.

¿Habrá alguien que necesite personas tan dañinas para una sociedad como la nuestra? Si todos estamos de acuerdo en la respuesta, ¿por qué permitimos que sigan plagando la realidad política de nuestros países? De inmediato podemos tomar la decisión de condenar su existencia, tenemos la posibilidad de dejar de votar por ellos, podemos restringirles la entrada a nuestros entornos cotidianos, hacerles sentir a través de todas las estrategias posibles que no son bienvenidos y que a partir de la fecha son proscritos en una sociedad que tiene la voluntad de garantizarse para sí misma una lógica política completamente diferente.  

martes, 7 de marzo de 2017

Carta abierta a los Servidores de Función Pública


Querido equipo de Función Pública:

Quiero enviarles a todos un caluroso saludo lleno del más profundo agradecimiento y un sincero sentimiento de aprecio. Les escribo por varias razones, la primera, despedirme pues he decidido retornar a mis actividades privadas, asumir de nuevo las labores académicas y el trabajo con los multilaterales. Cuando acepté las riendas de la Subdirección de Función Pública, la entidad me necesitaba, ahora quien necesita de mi apoyo es la empresa que ayudé a construir hace años y a la que también quiero con el corazón. 

Ha sido más que un placer trabajar con todos ustedes y aportar en la materialización de los retos que se ha trazado esta bonita organización. Cuentan con mi absoluta gratitud por los ingentes esfuerzos que han hecho para construir un mejor país, es mucho lo que Función Pública ha aportado en materia de política pública. Con algunos tuve la oportunidad de interactuar más que con otros, sin embargo, de cada uno me llevo gratos recuerdos asociados a sonrisas sinceras y muestras genuinas de aprecio.

La segunda, pedirles algo:

No se olviden que de acuerdo con el DANE aproximadamente un tercio de la población colombiana (27.8%) no gana lo suficiente para poder comprar una canasta mínima (menos de 223.638 mensuales). No pierdan de vista que de acuerdo con el Banco Mundial, Colombia es el séptimo país más desigual del mundo. Por otro lado, asegúrense de recordar que somos el octavo país con más asesinatos por cien mil habitantes de todos los que se incluyen en la medición de la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito.  Si recuerdan estos datos, tendrán presente que no obstante muchos de nosotros vivamos en una burbuja de aparente bienestar, la mayoría de colombianos no tienen la posibilidad de tener la vida que se merecen.

Desde muy joven me conmovió este particular y me ha motivado durante años a hacer todo lo que puedo para cambiar la situación de millones de colombianos: llegar a la oficina antes de las 6 am y salir cuando se ha ido el sol, trabajar con multilaterales y gobierno, olvidarme de invertir en negocios de alta rentabilidad, para fundar una organización que se dedica a solucionar problemas reales que afectan nuestra sociedad, explicarle a mis estudiantes en las noches y los fines de semana, mecanismos que permiten que la intervención pública y privada cambie el bienestar de las personas y más recientemente, venir a trabajar en Función Pública.

En el caso de ustedes, que seguirán formando parte de esta maravillosa entidad transformadora, tengan presente que su labor y la manera en la que entienden lo público puede hacer toda la diferencia:

  1. Hagan honor a la disciplina, la seriedad, el profesionalismo y el trabajo arduo.
  2. Sean disruptivos, entiendan que la situación actual no es producto del azar, es el resultado de las reglas de juego (instituciones) que nuestra sociedad ha configurado durante años de decisiones y que como cualquier convención, pueden cambiarse cuando lo deseemos.
  3. Lean todo lo que se les atraviese y estudien todo lo que puedan para encontrar soluciones reales a los problemas actuales de lo público.
  4. Manténganse a la vanguardia del conocimiento, entiendan nuevos modelos e impleméntelos.
  5. Piensen diferente, conspiren para cambiar el mundo y persuadan hasta el cansancio  a todos aquellos que pretenden mantener el statu quo.
  6. Cultiven la verdadera inteligencia, procuren entender fenómenos, dilucidar problemas e identificar soluciones estructurales. Sálganse de las dinámicas arcaicas que asocian la brillantez al hecho de recordar líneas de textos, normas o cifras escritas en alguna parte.
  7. Trabajen arduamente por cambiar lo que no funciona y transformen las dinámicas rígidas y conformistas que sostienen tercamente que las cosas no pueden ser diferentes.
  8. Obsesiónense con diseñar organizaciones ágiles, vanguardistas, productivas, que cambien por completo el panorama de lo público y tengan la capacidad para darle la vuelta a los indicadores que mencioné unos párrafos atrás.
  9. No se preocupen por publicitar lo que hacen para mostrar resultados, sabrán que lo están logrando el día que para el ciudadano sea evidente el buen funcionamiento de las organizaciones sobre las cuales Función Pública tiene incidencia.
  10. Cuiden como un tesoro todo lo público, recuerden que nuestras entidades existen gracias al aporte de millones de colombianos que para financiarnos debieron renunciar a una parte de sus ingresos, los cuales podrían haber utilizado para irse de vacaciones, cambiar de carro, comprar una nueva casa, pagar una mejor educación para sus hijos etc. 

Y lo más importante, asegúrense de ser los mejores servidores del mundo y promover que todos los que trabajan en lo público tengan una actitud similar a la de ustedes. No olviden jamás el deber de garantizar la felicidad de 47 millones de colombianos.

Cordialmente, 

Armando Ardila Delgado 
Subdirector

lunes, 13 de febrero de 2017

Redes organizacionales: una oportunidad para el Sector Público

Por: Valeria Parra Gregory*




Actualmente, parece casi increíble que alguna persona no esté conectada a Facebook, Twitter, LinkedIn, o a una de las redes más grandes que existen, Internet. Pero a pesar de haber revolucionado la forma como interactuamos con los demás, su estructura no es nueva y, por el contrario, las redes han configurado muchas de nuestras relaciones en distintos escenarios. En este sentido, vale la pena retomar las características y ventajas de este esquema de trabajo que el Departamento Administrativo de la Función Pública ha venido implementando a través de su estrategia de Equipos Transversales.

Esta estrategia que inició en 2015 tenía un objetivo, vincular a todos los jefes o coordinadores de las diferentes áreas estratégicas de todas las entidades de la Rama Ejecutiva colombiana en un solo espacio, esto para potenciar sus conocimientos, compartir sus aprendizajes y facilitar el flujo de información relacionada con las competencias de Función Pública y elementos técnicos propios de cada área de trabajo. Se crearon 10 grupos de trabajo conformados por los Secretarios Generales, los jefes jurídicos, de defensa jurídica, de planeación, control interno, comunicaciones, servicio al ciudadano, tecnología, talento humano y contratos. Cada uno como un equipo transversal de una gran red social, entendiendo la red como lo plantea Elina Dabas (1998):

“La noción de red social implica un proceso de construcción permanente tanto individual como colectivo. Es un sistema abierto, multicéntrico, que a través de un intercambio dinámico entre los integrantes de un colectivo (familia, equipo de trabajo, barrio, organización, tal como el hospital, la escuela, la asociación de profesionales, el centro comunitario, entre otros) y con integrantes de otros colectivos, posibilita la potencialización de los recursos que poseen y la creación de alternativas novedosas para la resolución de problemas o la satisfacción de necesidades. Cada miembro del colectivo se enriquece a través de las múltiples relaciones que cada uno de los otros desarrolla, optimizando los aprendizajes al ser éstos socialmente compartidos”.

Por primera vez, personas que compartían los mismos roles en cada una de sus entidades tenían la posibilidad de intercambiar experiencias, dudas, buenas prácticas en un mismo espacio, al tiempo que Función Pública, entidad responsable de las políticas relacionadas con servidores públicos y sus entidades,  podía formular soluciones y alternativas transversales a problemáticas o inquietudes comunes y canalizar información que permearía todo el servicio público.  Así como en organizaciones privadas muchas veces con fines comerciales se ha utilizado el trabajo en red para potenciar los beneficios económicos, este departamento administrativo lo utilizó para potenciar la gestión pública, todo esto poniendo en práctica la siguiente premisa: a mayor capital humano, mayor éxito organizacional (Pardo, C & Díaz, O. 2014).

Ahora bien, para cumplir con su objetivo la Red de Equipos Transversales se ha valido de diferentes herramientas. En primer lugar y reconociendo lo propuesto por autores como Castells (2006), Peci (1998) y Albertín (2002), se ha valido de la tecnología para garantizar el flujo de información en distintos niveles: entre los miembros de cada equipo (de modo horizontal), entre los miembros de diferentes equipos (de modo horizontal), entre cada equipo y su líder técnico (de modo vertical, bidireccional) y entre Función Pública y cada equipo (de modo vertical, bidireccional).  Entre las estrategias utilizadas se destacan:

  • Correo electrónico: inicialmente el canal de comunicación entre los miembros de la red fue el correo electrónico. A través de este mecanismo se compartió información, casi siempre, de manera vertical: desde Función Pública hacia los integrantes de cada equipo.
  • Chats de Whatsapp: atendiendo a las dinámicas ágiles que impone la posibilidad de conectarse casi permanentemente, se crearon 10 grupos de whatsapp, uno para cada equipo con el propósito de facilitar el intercambio de dudas y recursos de común interés. La oportunidad de resolver inquietudes, compartir información y recibir respuesta y contenido entre ellos y de parte de Función Pública ha hecho de esta herramienta una de las más exitosas.
  • Red virtual: poco a poco las redes virtuales con contenidos especializados se han ido posicionado, por lo que desde 2016, se lanzó una plataforma en la que de modo similar a Facebook o LinkedIn, los servidores públicos pueden intercambiar contenidos y participar de foros y debates. Con el propósito de pasar a otro nivel y teniendo en cuenta las dificultades y la dinámica de WhastApp, se diseñó este espacio en el que se comparten artículos más amplios y foros de largo aliento. Además, sirve de repositorio de información para facilitar su búsqueda y la posibilidad de compartirla con los miembros de otros equipos.

 Así mismo y a través de las herramientas tecnológicas ya mencionadas se convocaron y gestionaron otros espacios que han garantizado el cumplimiento del objetivo propuesto: se trata de encuentros y espacios de formación.  Los primeros son espacios periódicos en los que se reúnen los miembros de cada equipo. En el primer momento se presenta un tema competente de Función Pública, en el segundo, un tema de carácter técnico especializado; en el tercero una buena práctica y en el cuarto, se da lugar a la discusión de un tema particular.  En este mismo sentido y  buscando otros escenarios de encuentro que fortalecieran los lazos entre los miembros y con Función Pública, se llevó a cabo un gran encuentro en el que confluyeron los integrantes de toda la red, alrededor de 1200 personas. Esto teniendo en cuenta lo planteado por Cohen y Prusak: la cooperación solo es posible  si existen conexiones activas, valores compartidos, confianza entre los miembros.  Por su parte, los espacios de formación se diseñaron para satisfacer las necesidades específicas de cada equipo transversal y las de la gestión pública en general, esto de la mano de las instancias líderes en torno a los temas técnicos de cada equipo (Departamento de Planeación Nacional, Secretaría Jurídica de Presidencia de la República, Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, entre otros), organizaciones legitimas entre los miembros de la red.

Con todo lo anterior, la Red de Equipos Transversales de Función Pública ha puesto en marcha un modelo de trabajo que hasta el momento se ha hecho más visible en el escenario empresarial o de organizaciones de la sociedad civil, pero que en el sector público ha y puede seguir dando buenos frutos. El objetivo de la red es claro, propender por una mejor gestión pública y para lograrlo identificó a sus miembros, los líderes del servicio público en Colombia, con quienes a través de distintas herramientas ha ido construyendo diferentes lazos. 

El camino recorrido hasta el momento ha permitido identificar las necesidades de la red, los puntos en común y la posibilidad de perfeccionar las herramientas de interacción. Así mismo, se han identificado otros miembros potenciales cuyo capital social aportaría a la red, por lo que desde que inició se han creado dos equipos más, al tiempo que se extendió del nivel central al regional.  Para seguir avanzando es indispensable asumir nuevos retos como fortalecer de la identidad de la red y los lazos confianza entre sus miembros, como también, buscar mecanismos de evaluación de los resultados alcanzados.



Referencias

Albertín, A. L. (2002). Comercio eletrônico: modelos, aspectos e contribuições de sua aplicação. São Paulo: Atlas. Recuperado de: http://www.scielo.br/pdf/rae/v40n2/v40n2a12.pdf

Castells, M. (2000). La sociedad red.  Madrid : Alianza Editorial.

Cohen, D. & Prusak, L. (2001). In Good Company: How Social Capital Makes Organizations Work. En Harvard Business Review Press, Boston. Recuperado de: http://www.amce2014.com/pdf/article/ingoodcompany_abridged_article.pdf

Dabas, E. (1998). Redes sociales: del problema de la violencia a la construcción de un sistema de convivencia. En Kaplan, D.Korinfeld, H. (Ed) Conflictos y violencia en los ámbitos educativos. (pp. 20-31). Argentina: Editorial Novedades Educativas.

Pardo, C. & Díaz, O. (2014). Desarrollo del talento humano como factor clave para el desarrollo organizacional, una visión desde los líderes de gestión humana en empresas de Bogotá D.C. En Suma de Negocios, 5, 39-48.

Peci, A. 1998. Emergência e proliferação de redes organizacionais: marcando mudanças no mundo de negócios. En: Encontro da Associação Nacional dos Programas de Pós-Graduação em Administração, Enanpad 22, 1998, Foz de Iguaçu, PR. Resumos. Foz de Iguaçu, PR: Anpad. 1 CD-ROM. Recuperado de: http://bibliotecadigital.fgv.br/ojs/index.php/rap/article/view/7596/6122





* Secretaria privada de la Subdirección del Departamento Administrativo de la Función Pública.